Cristianismo Social
Juan 17, La oración de Cristo, la misión de los que están en el mundo.
El cristianismo, en la medida que busca se como Cristo, tiene, como uno de sus aspectos
aplicados a la realidad, interés en lo que acontece en el mundo. Jn. 17:18. “y como me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo”. Si bien en esta oración, Jesús no
ruega por el mundo, ruega por los que son como él; deben de quedarse en el mundo para que éste crea que Jesús fue enviado por el único Dios viviente(vs. 21). Y al ser el mundo nuestro campo de misión, debe de interesarnos que es lo que acontece en él. Si bien, es cierto que no
somos del mundo,
El Señor Jesucristo debe de ser aceptado y conocido por cada uno de nosotros para poder dejar de ser de este mundo. Sin embargo, es necesario que esta salvación y unión entre
nosotros tenga reflejo en la sociedad, para que el mundo crea que Jesucristo fue enviado del único Dios viviente (Jn. 17:21). Nosotros debemos de ser reflejo de esa realidad, por esto es que Cristo no ruega que seamos quitados del mundo a pesar que no somos parte de él (vs.
15). Al ser el mundo, el lugar donde debemos de mostrar la gloria de Dios, es nuestro deber levantar nuestro rostro al cielo y luego al rededor para reconocer quién es nuestro próximo y
hacer con el como deseamos que fuera con nosotros (quién no necesariamente es pobre, sino también rico). El próximo, quien fue por un tiempo, sobrestimado y, por otro tiempo,
completamente olvidado.
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