Cristologia
10.1. Nota preliminar, por Mons. Ph. Delhaye
El texto que la Comisión teológica internacional ha redactado en 1981 puede considerarse desde ciertos puntos de vista como la prolongación del de 1979 y llevar el título de «Cuestiones selectas de Cristología II». Pero el documento de 1981 se distingue, en una buena parte, de aquel que le ha precedido ypresta una atención muy particular al problema de «teocentrismo y cristocentrismo», más aún a la «relación entre cristología y antropología». En su primera redacción contenía incluso un capítulo sobre la ciencia humana de Jesús que la enfermedad repentina y la muerte de su autor, Mons. I. Rózycki, impidieron de poner a punto. Por lo demás, en la perspectiva de este primer ensayo debía ser conducida unaparte de los trabajos de la sesión plenaria de 1985, cuya publicación se incluye en esta obra dedicada a reunir los textos que la Comisión teológica internacional ha publicado hasta el presente.
Otras circunstancias debían, por lo demás influir en la redacción y la presentación de la relación de 1981. El año 1980 había reclamado numerosos trabajos de miembros de la Comisión teológicainternacional para el Sínodo de octubre de ese año, consagrado a las cuestiones de la familia cristiana. Una renovación de miembros de la Comisión permitía colaboraciones nuevas. Si Mons. K. Lehmann retomó la presidencia de la nueva Comisión «De Christologia», el profesor W. Kasper estudió muy especialmente los aspectos antropológicos actuales de la cristología. Por su parte, Mons. G. Colombo se ocupó muyespecialmente de la cuestión: teocentrismo y cristocentrismo. Los profesores H.U. von Balthasar, C. Peter, C. Pozoa, W. Principe, H. Schürmann y B. Sesboüé aportaron su precioso concurso a la nueva Subcomisión designada por el cardenal F. eper.
10.2. Texto de las Conclusiones aprobadas «in forma specifica» por la Comisión teológica internacional(212)
Introducción
Ya en la Sesión Plenaria del año1979, la Comisión teológica internacional se ocupó del tema cristológico, y el año 1980 publicó la relación conclusiva de esos trabajos suyos(213). En octubre de 1980, al cumplirse el segundo quinquenio de sus actividades (1974-1979), la Comisión recibió una nueva composición de miembros. La mayor parte de ellos, sobre todo de los nuevos, deseó continuar el estudio del tema cristológico. Aunque lanueva Comisión tenía plena libertad para discutir todas las cuestiones cristológicas, sin embargo, incluso por motivos de prudencia, y de economía de fuerzas y de tiempo, se evitaron aquellas que hubieran implicado una mera vuelta a lo que ya se había tratado en el documento anteriormente publicado sobre la misma materia.
El programa de la Sesión Plenaria de 1981 debía implicar desarrollos ycomplementos ulteriores. En primer lugar había que exponer la conexión de la Cristología con el discurso general sobre Dios y con la fe cristiana en Dios trino, a la vez que el contexto que dentro de ellos recibe. Una vez puesto este fundamento, había que determinar la múltiple relación existente entre Cristología y antropología. En segundo lugar, se debían estudiar dos cuestiones que estáníntimamente ligadas con los fundamentos de la Cristología, pero que necesitan una exposición especial: la preexistencia de Jesucristo y la cuestión, discutida hoy, del «dolor de Dios». Ambos temas ofrecen un ejemplo del modo como los problemas actuales y las respuestas clásicas pueden iluminarse mutuamente en diálogo fructuoso.
A esta luz, los dos documentos cristológicos de las dos últimas Sesiones quizáspuedan formar un todo. Aunque, como es obvio, esta valoración se deja al juicio del benévolo lector.
I. Fundamento y contexto de la Cristología
El deseo y el conocimiento de Dios por parte del hombre, la revelación cristiana del Dios trino y la imagen del hombre que se recaba sea de los perspectivas de la antropología actual sea de la misma Encarnación de Jesucristo, forman como el contexto...
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