Critica A La Razon Instrumental
A fines de la década de 1940 los pensadores de la Escuela de Frankfurt expresaron su temor a que muchas actitudes irracionales del totalitarismo vencido en loscampos de batalla perdurasen, dulcificando su apariencia, en la locura cotidiana de la cultura de masas.
Tal es la situación denunciada por Horkheimer en Crítica de la razón instrumental, y dondese demuestra la actualidad de su obra. Bastaría dicho motivo para apreciar esta nueva edición en castellano, que además suple la ya inencontrable de Ediciones Sur con una cuidada versión, a cargode Jacobo Muñoz, y una acertada presentación de Juan José Sánchez. En ella, Sánchez sintetiza los principales rasgos de esta fase de la teoría crítica, como v. g. su énfasis en el lado negativodel proceso de racionalización, el cual, al alimentar la represión de la naturaleza -externa e interna- con vistas a la auto conservación del individuo, genera una lógica del dominio que, exacerbadaen la modernidad, amenaza con destruir lo que dicho proceso soñaba realizar: la idea misma de hombre.
Pero esta radicalización de la crítica de la razón no supone su abandono en pro de otrasinstancias, como prueba la polémica de Horkheimer con esas falsas panaceas que, del neotomismo al positivismo, proponen un retorno al mito (religioso o tecnocrático). Se trata de liberar a la razónde su formalización, de su reducción de fines a medios, recordándole su impulso utópico: la realización de la justicia entre los hombres. La filosofía, evitando la tentación de convertirse enreceta aplicable, ha de ayudar a iluminar este proceso. Mas justamente por recelar de groseras instrumentalizaciones, Horkheimer deja irresuelta la cuestión de cómo vincularla a una práxistransformadora de lo real. Así, la última palabra del legado frankfurtiano no es una promesa salvífica, sino una llamada a la resistencia en un mundo desencantado. También en esto se nos muestra actual.
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