critica y arte
No deja de tener chiste que haya de ser en una película de animación-una superproducción de Disney & Pixar, para colmo- donde uno se tope con la única reflexión pública de cierta amplitud y calado que, de un tiempo a esta parte, se lleva hecha en torno al siempreingrato asunto de la crítica.
"Ratatouille" (2007), título bajo el que se presentan las aventuras trepidantes de una rata dotada de un extraordinario talento culinario, cuenta entre sus protagonistasa Antón Ego, un eminente crítico gastronómico cuyos juicios severísimos deciden la fortuna de los más afamados restaurantes de París.
Los trazos con que está caracterizado Antón Ego asumenbastantes lugares comunes acerca de los críticos. Antón Ego es un tipo agrio y de aspecto funerario, completamente envanecido de sí mismo. Trabaja en una tenebrosa habitación con planta de ataúd, presididapor un gigantesco retrato de su propia figura. En su mesa de despacho, al alcance de la mano, conserva minuciosamente archivadas todas sus críticas, que se apresura a consultar toda vez que tiene queratificar cualquiera de sus juicios.
Antón Ego parece ser un hombre acaudalado, pero este rasgo incongruente no queda asociado, en la película, a ningún asomo de venalidad. Todo lo contrario:alejándose del tópico más frecuente que pesa sobre los críticos, Antón Ego se revela incorruptible. De ahí, quizá, su enorme prestigio. Y su influencia terminante. En cuanto al físico, Antón Ego es lo opuestoal célebre chef Gusta, tipo orondo y risueño a cuyo prematuro fallecimiento Antón Ego contribuyó con una crítica demoledora. Él es larguirucho, macilento; se lo ve mustio y encorvado.
"Usted estádemasiado flaco para que le guste la comida", le objeta a Antón Ego el joven chef Linguini, amedrentado por el aspecto patibulario del crítico que lo amenaza con acudir a su restaurante. “Es que a...
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