Critica y estética

Sin orejeras en “El otro cielo”


Crítica y estética

Resumen
En el presente ensayo se analiza el relato de un autor que forma parte de la narrativa de las últimas décadas del siglo XX en Argentina. “El otro cielo” de Julio Cortázar se publica en “Todos los fuegos, el fuego” de 1966. El cuento permite observar y analizar como el lector, provisto de orejeras, confunde la imagen del autorcon la del narrador- personaje y le otorga a éste el reconocimiento y las glorias que sólo le pertenecen al otro, por ser un mero artista, creador de obras de arte.
El narrador produce una creación a partir del deseo de cambio fruto de un inconformismo que le hace sentir su mundo. Sin embargo, esto no alcanza para que la creación sea llamada arte, pues la sociedad en la que se mueve no seidentifica con ella y por ende no la reconoce como obra de arte.
En cambio, el autor del relato crea signos en él, que producen sentido. Este, según Barthes[1], define a la literatura, que ya es considerada un arte. Además, el autor es quien le da unidad estilística y valor a la obra. Es él quien crea los pasajes y su mundo a partir de desear un cambio de la realidad vivida, y ello es reconocido porotros que sienten ese mismo deseo. Estas consideraciones, pero sobre todo, la del autor como creador del pasaje, permiten otorgarle el título de artista.





Introducción

Muchas veces se reconoce en el narrador de los relatos a los autores de los mismos. Los lectores se colocan orejeras y sólo pueden ver las semejanzas entre ellos; pero, dejan en la oscuridad de los costados lasdiferencias, que a menudo nos aclaran dudas como: ¿el autor de un relato y su narrador son artistas?, ¿las creaciones de ambos son obras de arte?, ¿una obra de arte puede tener dos artistas?
Cuando se lee “El otro cielo” las orejeras se agrandan. El personaje que narra parece el autor y se lleva sus glorias. Algunas teorías literarias contribuyen a esto, otras son mal interpretadas y perjudican allector del relato literario. Sin embargo, también existen teorías que colaboran para eliminar las orejeras en “El otro cielo”.




Desarrollo
En “El otro cielo” el narrador homodiegético[2], un corredor de bolsa, en su adolescencia viaja a otra realidad. Él vive en el Buenos Aires del siglo XX, en la década del ’40 con el ascenso del peronismo al poder, y se desplaza a través del “pasaje”hacia el París de 1870, atiborrado por la guerra franco- prusiana. El autor acerca con el pasaje dos mundos completamente alejados en el tiempo y en el espacio.
Tamborenea llama “pasaje” a las diversas formas que tienen los personajes cortazarianos para viajar a otras realidades. Estos pasajes cobran diferentes formas; en el relato en cuestión, se materializan en galerías. El corredor de bolsa pasadel Pasaje Güemes, en Buenos Aires, a las galerías parisienses.
El cuento comienza en un universo conocido, que se va descomponiendo a medida que la inquietud del narrador invade el relato, para crear una nueva realidad. El personaje porteño transita una vida corriente junto a su madre, con quien vive, y su novia Irma. Esta forma de vida lo inquieta y lo lleva a crearse el mundo de lasgalerías parisienses, para evadirla: “… cada muñeca, cada estampa, cada adorno fueron instalándose en mi memoria y ayudándome a vivir cuando era el tiempo de volver a mi cuarto o de conversar con mi madre o con Irma de la política nacional y de las enfermedades de la familia.”[3]
Alrededor de esta creación gira la idea fundamental de Cortázar sobre el género fantástico: la realidad abarca todo,inclusive lo fantástico.
El “pasaje” le permite al narrador realizar su deseo: arribar al otro cielo. Sin embrago, ¿cómo un universo tan banal puede colmar al personaje? Las galerías son el sueño objetivo y material de la modernidad. Fueron creadas por una necesidad comercial en el siglo XIX. En este paraíso mercantil, la burguesía de París vivía ostentosamente sus lujos.
Cuando el narrador se...