criticas del xat
El chat es el rock and roll del género epistolar. Rápido, instantáneo, tontorrón y un poco pubertoso, pero adictivo, entusiasmante, cercano, y de alguna forma, magnífico. Como elrock, el chat no se puede entender si no se experimenta. De hecho, igual que el que intente comprender las contorsiones de un bailarín rockero, quien mira desde afuera a una persona que pasa horasriéndose sola frente a una pantalla, mandando iconos bobalicones y frases generalmente absurdas, no puede hacer otra cosa que burlarse.
No hay nada más superficial que el chat. En él es muy difícildecir algo importante. Es, de cualquier punto de vista, una pérdida de tiempo. Nicknames tontos, risas fingidas, caritas amarillas: todo es preadolescente. Y todo lo que se dice chateando termina porser mentira, o al menos una exageración a favor del espectáculo. Por eso, las parejas que se conocen a través de los cientos de sitios de chat terminan, en general, en la más completa incomprensión yfrialdad. Por el chat uno siempre acaba por confesar más amor del que realmente siente. Es la hoguera de las comunicaciones, un fuego de paja que se enciende rápido y espectacularmente, pero que seapaga con facilidad y para siempre. Todos estos inconvenientes evidentes de las relaciones por chat no quitan que sean salvajemente entretenidas. Dan la sensación de una conversación muy próxima sinmanchar con compromisos, miradas o saliva.
Es casi hablar, es casi escribir. Es en definitiva, un nuevo género literario, un acercamiento más a equiparar el lenguaje oral al escrito. Nos da las armasde lo escrito, o sea, la distancia y el tiempo, y la urgencia de lo oral. El poder de lo dicho con la inmortalidad de lo escrito. Algo parecido a lo que Parra ha hecho a la poesía y Joyce a lanarrativa contemporánea.
En: Rafael Gumucio, Revista La Fibra 22, agosto de 2004.
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