Cronica de lisbeth
¿Desquite o Desamor?
Cuando mi padre irrumpió en el recinto, estaba preparándome paradormir ----dice lisbeth. Tratando de recordar esos oscuros momentos.
Extrañamente, no toco la puerta. Entro con vehemencia como si se estuviera quemando la casa. ----- ¡Tienes que venir conmigo! Vístete rápido.---- ¿Qué ocurre? ----No hagas preguntas. Apresúrate. Solo algo muy grave podía provocar en el esa actitud a las diez de la noche. ---- ¡Teestoy esperando…! ----Ya voy. Salí de mi cuarto asustada. Sin decir palabra, papa camino decidido a la puerta exterior. Lo seguí. Casi en el umbral estaba mi madreretorciendo los dedos. Pasamos junto a ella. Evadió mi mirada. El automóvil se hallaba con el motor en marcha, la portezuela abierta y las luces encendidas, como si hubiese detenido el vehículo de paso solo para recogerme. ---- ¿Adonde vamos?No contesto. Tenía el rostro desencajado, la respiración alterada. Manejo rápidamente, casi con enojo. Se dirigió al centro de la ciudad. ---- ¿Desde cuándo sales con ese joven? ---cuestiono. ----¿Adonde vamos, papa? ----Te hice una pregunta. ----Desde hace cuatro meses. ---- ¿Teha dado a probar alguna sustancia? ----Papa, ¿Qué te pasa? De improviso miro a la derecha y se interno por una barriada oscura y peligrosa. Sin la más elemental precaución, se detuvo justo frente aun grupo de tipos que, sentados en la banqueta, se drogaban. Eran seis o siete. Acomodados en semicírculo, los bultos humanos enajenados compartían los estupefacientes con movimientos extremadamente torpes. ---- ¿Lo ves? ---mi padre se hallaba fuera de sí....
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