Cronica Periodistica

Las calles de Villa Devoto son ordinarias para cualquier persona, excepto para aquel que viva aquí. Tranquilas a primera vista, pero tramposas, a tal punto que si me atreviese a incursionar sin unGPS terminaría perdida y desolada. Todo aquel que venga de Tres de Febrero y se dirija a Villa Crespo, Chacarita o Paternal, le recomiendo que se dé una vuelta por aquí. Eso sí, haga tiempo, no por nadase hace llamar el jardín de Buenos Aires.
Sus diagonales me dejaron atrapada en un laberinto sin salida, en el cual ni el más astuto podría salir. Podía sentir como Sanabria, Lincoln y Vallejos sereían de mí, mientras transitaba estas cinco esquinas. Yo seguiría allí si no fuese porque una dulce abuelita se apiado de mí y me ayudo. Así es como llegue a la conclusión de que solo con el tiempopodría uno aprender a manejarse aquí. Y como si fuese poco, ese fue solo el principio de mi visita.
Gracias a indicaciones llegue a la plaza de Devoto, punto de encuentro para muchos adolescentes ocorredores. No fue de mi agrado ya que nunca fui una gran atleta. Pero, de todas formas, decidí hacer una parada aquí, termine gritando groserías a niños que corrían a mi lado con globos de 10 metros,que podrían de un golpe quitarle un brazo a alguien. Cuando recorrer la plaza se hizo realmente agotador y regresé a mi auto, un “skater” atravesó mi camino, y no quedo más remedio que frenar el autoabruptamente como si estuviese por caer por un precipio y mi vida dependiese de esto.
Cuando creía yo haber escapado de la plaza me encontré con una galería, La Gran Galeria Devoto. Su nombre estabaun poco fuera de lugar, ya que no era su tamaño lo que sorprendía. En realidad no iba más allá de una simple galería. Decidí entrar, necesitaba tomarme un respiro, y me senté en un bar que estabaallí. Logré observar un pequeño y oscuro local que en mi parecer vendía velas aromáticas y sahumerios, una chica entró. A los cinco minutos salió, ¡con un aro en la nariz! Villa Devoto no dejaba de...