Cronica

CRÓNICA

El Comedor de Abogados

María Genoveva Páez-Pumar

12:43 p.m., apagado el aire acondicionado, ( ring, ring(, miré la pantalla de mi teléfono, extensión 1622, (¿Chama trajistecomida?, me muero de hambre, voy a bajar al supermercado, compro refresco, y subo(. Sin respirar y antes de colgar el teléfono respondí: (¡Sí va!, cómprame uno y te lo pago aquí arriba(.

Era lunes,había chuleta con olor a pollo frito; pasta corta con salsa de carne; chupe; arroz chino; albondigón de carne. Yo, había traído canelones del domingo con ensalada. La extensión 1620 pidió elacostumbrado menú de “Kafta”, un restaurant árabe, que para redondearse, en un anexo de sus instalaciones despacha comida casera a domicilio, por Bs. 48, sopa, principal con dos contornos y jugo.

Laextensión 1645 no respondía. Tampoco había señal alguna de los socios que eventualmente concurren al comedor.

Minutos mas tarde, abrí la puerta de la pequeña sala comedor, un cuarto de 4x3metros cuadrados con una mesa redonda de un metro veinte de diámetro, estilo inglés, de caoba, pesada, con ocho sillas de asientos de cuero verde, encajonada entre dos paredes perpendiculares, unventanal completo y un mueble rectangular de puertas corredizas donde se esconden los botellones de agua potable, mas ancho que la biblioteca de madera destartalada, colocada encima de éste, con cuatrotramos; los superiores donde reposan, como en un sueño eterno, el repertorio de revistas de Derecho Publico desde 1980, tomos de jurisprudencia de Garay, una compilación de dictámenes de la Procuraduría,libros de derecho mercantil, financiero, etc., mientras que, en los tramos inferiores, extrañamente, mucho mas presentes, reposan también, infinidad de tupperwares, una cesta plástica con juegos decubiertos incompletos, un sal pimentero, una botella de aceite de oliva, servilletas de papel, vasos de vidrios y plásticos, manteles individuales, un tostador, loncheras, y un sin fin de cosas...