Cronica
Al dejar mi país, mi familia, mis amigos sentí una nostalgia enorme no sabia lo que me esperaba en la tierra del sol naciente Japón, desde hace un año y medio partí en busca de un futuro mejor y a reencontrarme con mi esposo Pedro quien ya residía allá, Al despedirme de mis padres en el aeropuerto sentí que me arrancaban un pedazo de mi, ver sus lagrimas correr porsus mejillas y la voz entrecortada de mi padre que me decía “espero que regreses algún día no te olvides de nosotros, te amamos mucho Guliana”, estaba a punto de abordar el vuelo, un hormigueo extraño en mi cuerpo y una sensación en mi que no podía explicarme. Fueron doce horas de vuelo que me parecieron enormes no podía concentrarme saber que me iba a enfrentar a una nueva y distinta cultura, nosaber el idioma y tener que acostumbrarse a un ritmo de vida diferente, a la comida y al horario.
En base a este esfuerzo que muchos de nosotros los migrantes hacemos y que dejamos todo tan solo por tener “una vida mejor”. Japón ofrece oportunidades en cantidad es un país desarrollado donde la tecnología es una de las mejores en el mundo.
Al llegar a Japón me esperaba mi esposo y suspadres, los nervios me ganaban, gente de diferentes países, diferentes idiomas, unos iban por hacer turismo conocer, y otros a trabajar como yo.
El primer mes fue difícil para mi, añoraba tanto mi pueblo, lo único que hacia era llorar y a pesar de que allá tenia a la familia de mi esposo no era igual, ese tiempo que estuve sin trabajar atendí a mi esposo, todos los días lo esperaba con ansias, ensus días libres por lo general salíamos de compras me llevo a conocer muchos lugares, por primera vez conocí Tokio no podía creerlo ver una ciudad enorme con cosas que nunca había visto en mi vida, la tecnología más avanzada, ver a las japonesas con sus hermosos kimonos, allá la mayoría de chinos son bajitos y muy blancos.
Meses después empecé a trabajar en una fabrica de enlatados lejos de miesposo con horarios diferentes tuve que sobre llevar ese ritmo, conocí gente nueva entre ellos habían muchos peruanos, me hice amiga de una Trujillana de nombre Rosario Castro ella llevaba ya diez años residiendo en este país, desde que ella dejo su natal ciudad no había regresado tan solo se comunicaba con sus familiares vía telefónica y pocas veces vía internet, me cuenta que acá conoció a suesposo.
Guliana me cuenta que en la calle nadie te da instrucciones, la gente ni te mira, solo caminan y caminan, para ellos todo es trabajo y que el tiempo es muy valioso. “Japón te provoca esto, emociones y tensiones encontradas”. Yo la miro y trato de imaginar su vida allá, su mundo peruano en un imperio oriental lleno de férrea disciplina que raya en la dictadura.
Cuando llegaba a casacansada del trabajo, lo primero que hacia era prender la computadora y ver si tenia algún mensaje de alguna de mis hermanas, estando lejos comprendí que la familia es muy importante y pese a todas las cosas que hallan pasado ellos siempre van estar ahí, horas después llame a mi madre, durante los meses que llevaba acá solo la llame tres veces, extrañaba mucho su voz, sus consejos, hablamos como unahora me conto las cosas que estaban pasando como le iba en su negocio, papá muy emocionado al escucharme después de tiempo me volvió a repetir que me amaba, que la vida allá no es fácil pero a pesar de las adversidades con las que uno vive siempre solemos salir a delante.
Les contaba a mis padres que para llegar al trabajo tenía que abordar un tren que me trasladaba de una ciudad a otra en solouna hora, entraba desde las 7 de la mañana y salía 8 de la noche, depende del horario al cual me habían asignado.
Uno de los días más triste que me cuenta Guliana fue cuando paso Navidad lejos de su familia, esa nostalgia y ese nudo en la garganta abordaba en mi, era la primera navidad que pasaba lejos de mi familia y sin poderles dar un abrazo y cenar juntos como siempre solíamos hacerlo para...
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