cronica

En el Estado Aragua hay un pueblo que lleva por nombre Tiara. Con dos calles largas y cuatros transversales, hoy asfaltadas. Las casas, blancas en su mayoría, lucen sus antenas de señal satelital muyorgullosas, y aunque los techos de zinc todavía no los cambian, esos platos grises apuntando al cielo, explican por sí solos que las cosas no son como antes.
“Los zinc no los han cambiado, porque alos tiareños les gusta como resuenan cuando caen esos palos de aguas en invierno”. Explica la tía Yolanda, viendo hacia arriba como si estuviera buscando mas detalles del pueblo que la vio nacer.Sentada en la poltrona en la sala de su casa y con un café “guarapo” en la mano, su mirada le brilla cuando rememora su pueblo y parece que los cuentos de cuando estaban niños le llegan uno detrásde otro. Y como agarrando una mariposa al vuelo empieza:
“Cuando estábamos muchachitos, tu tío Atilano y yo pasábamos el rato, después de hacer la tarea, entre monearnos en una mata de mango ybañarnos en un tanque de agua que estaba majomenos a cinco casas después de la de mi mamá, exactamente al lado de la casa de la maestra Rosenda que me daba cuarto grado. Por eso supe que ahí, vivía lamaestra Rosenda, y me di cuenta de la forma peor; todo por culpa de haberse perdido o robado, ya ni me acuerdo que fue lo que le pasó, a la única gallina piroca (de entre todas) que mi mamá criaba en elpatio
Ese día hacía un solazo que quemada hasta en la sombra y tu tío y yo nos fuimos al tanque a echarnos un agüita. Estando en la orilla del tanque vimos hacia la casa de la maestra y tenía en supatio un poco de plumas negras con pinticas blancas: las plumas de la gallina piroca de mi mamá, dijimos nosotros… Ya sabíamos todo, la maestra se había robado la gallina y se la había comido en unsancocho seguramente”
La sonrisa pícara y de satisfacción le nació como si hubiese sido la primera vez. Los ojos achinados se le aguaron un poco al recordar al tío Atilano (falleció hace unos años)....