Cronica
La primera vez que supe de José María en realidad no sabía nada además de ser el autor de algo curioso por las calles de Bogotá. La escena, o mejor dicho, su obra tiene lugar en el centrode la ciudad, en la Carrera séptima con 27, lugar que hace parte del recorrido de la séptima peatonal así que todos los que atraviesan por ahí son espectadores emocionados al verla; yo la pude ver elpasado viernes 19 de Octubre, aproximadamente a las 5:15pm, mientras caminaba con un grupo de estudiantes que iban en busca de historias y nuevas experiencias, era un cuadro perfectamente balanceado: (Aquí espero tener la fotografía de los maniquíes para poder describirla y hablar del fondo y el señor que tocaba los tangos para luego conectar con…).
Fue aquí mientras todos tomaban fotografías yse deleitaban con el pequeño viaje en el tiempo que proporcionaba el pobre cantante – que debo decir que no tan pobre porque en su vieja caja negra ya rebosaban los billetes de mil hasta cinco mil,sin contar las muchas monedas que debían haber en el fondo por solo una presentación- me dirigí hasta el compañero del solista que estaba sentado una esquina sonriendo ante las ganancias del día y lepregunte si sabia quien había hecho la escultura, con una sonrisa de dientes amarillos, separados y desportillados me respondió que era un señor que siempre estaba por ahí solo observando, y de vez encuando hacia ese tipo de cosas y luego las quitaba, pensé que no lo podría llegar a conocer si en realidad nadie había hablado con él pero, como si el muchacho me hubiera leído la mente se ofreció abuscar quien lo conocía y traerlo para mí. Espere aproximadamente unos veinticinco minutos sentada, ocupando el puesto como acompañante del cantante y llegado su momento lo vi, un hombre de unaestatura por encima de lo promedio, diría que al menos un metro con ochenta y cuatro, Un sucio abrigo verde oscuro que le llegaba casi a las rodillas cubiertas con un pantalón negro y unos mocasines...
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