Cronicas de una semidiosa

-El mundo está de cabeza, el Campamento está de cabeza ¡La cabaña está de cabeza! Todos andan alborotados, no pueden estar tranquilos en un solo lugar. Los chicosentrenan al máximo en los campos de arquería, casi no descansan por perfeccionar múltiples estrategias de tiro. Nosotras entrenamos en todo lo que podemos. Los hijos deAres nos entrenan con las espadas y las dagas hasta que nuestras manos quedan llenas de cortes, moratones y ampollas. En la cabaña 7 se aspira el olor a fármacos ycremas para el dolor en lugar del característico olor a girasoles y luz del sol. A veces me pregunto “¿Por qué nos preparamos tanto si sabemos que casi no hayesperanzas?” y me dan ganas de dejar todo lo que estoy haciendo, pero en lo más profundo de mi ser, sé que podemos. Al paso que vamos, tenemos probabilidades… una en un millón.Todas las mañanas me levanto con la esperanza de que todo esto no sea más que una horrible pesadilla, pero mi hermana me toca el hombro y dice “Rita, sé valiente, estono es un sueño”. Cuando oigo esas palabras, me visto rápidamente y salgo a nuestro entrenamiento diario con la cara demacrada; cuando regresamos en la noche, magulladay cansada, rezo a mi padre en silencio, para que nos proteja y que él también se proteja.
Los círculos bajo mis ojos se hacen más intensos y cada vez, pierdo máspeso. El entrenamiento me deja débil, famélica- Por favor, que esto acabe ya –susurro con las lágrimas cayendo de mis ojos cuando trato de derribar un saco de arena quepesa el triple que yo. A veces deseo ya no estar aquí, pero se me hace egoísta y tengo que ser fuerte.
Porque Cronos ha regresado y debe volver a donde estaba-