Cronistas indianos del descubrimiento y la conquista
Álvaro Sarco
Es útil para describir y explicar el fenómeno del descubrimiento y la conquista de América, desde documentos quinientistas o las crónicas, apartarse de premisas ideológicas. Incluso para aquellos que más allá de la comprensión histórica pretendan enjuiciar los acontecimientos, es deseable un criterio más abarcador, un criteriomenos dicotómico que la rancia, tendenciosa y fácil oposición simétrica entre indigenistas e hispanistas.
Batalla entre españoles e indios en una edición española de la conquista del Perú, de Prescott.
Dijo Franklin Pease G. Y. en Las Crónicas y los Andes: “la actitud del europeo en general no fue abierta al percibir y ver al americano, sino que en realidad buscó reconocer en los hombres ysociedades americanas aquello que su propia historia europea le permitía aceptar”. Una seria aproximación, entonces, a las crónicas del descubrimiento y la conquista de América a través de las fuentes intermedias, debería considerar las circunstancias culturales del cronista -sus categorías- para evaluar sus testimonios. En otras palabras, es lícita e imprescindible, para una adecuada inteligencia delas crónicas, la aprehensión de la mentalidad del cronista y del entorno que la condicionaba.
Con todo, hubieron crónicas como los monumentales estudios de José de Acosta o Bernardino de Sahagún, que representaron importantes avances, durante el siglo XVI, en el conocimiento de la idiosincrasia indígena y sus creencias desde fuentes aborígenes. O valiosos testimonios de los propios indígenas, comolos de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl y Fernando de Alvarado Tezozómoc, en México, o los de Titu Cusi Yupanqui y Santa Cruz Pachacuti, en Perú, todos los cuales nos han permitido acercarnos al punto de vista del “otro”.
Lecturas de las crónicas:
Una primera verificación de la empresa del descubrimiento y conquista está referida a su carácter económico y religioso. Desde la primera crónica -elDiario de Navegación de Colón de 1493 dirigida a los Reyes Católicos y al tesorero Luis de Santángel- se perfila esa intención. Cristóbal Colón buscaba sin duda riquezas, pero a la vez pensaba que tales caudales podían servir para rescatar el supuesto sepulcro de Cristo. Más tarde, conquistadores como Hernán Cortés o Pizarro invocaban el auxilio del dios cristiano o de sus intermediarios –Santiago oSan Pedro- en los momentos de apremio o cuando se disponían a “castigar” a los “infieles”. El propósito de cruzada, íntimamente articulada a ciertas aspiraciones de índole económico, está presente, entonces, en las crónicas, y lo explica el tardío espíritu medieval que dominaba y dominó a España hasta el siglo XVII.
Los ideales “caballerescos” de los conquistadores es otra característica queclaramente resalta en las crónicas. Los conquistadores indianos, muchos de ellos pertenecientes al bajo pueblo en España, vieron en las tierras recién descubiertas la oportunidad de convertirse en el modelo que las novelas de caballería habían implantado en su imaginario. El conquistador español trató de emular la conducta del caballero andante. Así, más allá del relato de la búsqueda del oro y de lafama, se equiparó en las crónicas los hechos de los conquistadores con las imaginarias proezas de los héroes de las novelas de caballerías (en la elaboración de este efecto, los cronistas Francisco López de Gómara, Bernal Díaz del Castillo, Francisco de Xerez o Pedro Pizarro, fueron los más conspicuos).
“La crónica implica una cercanía en el lugar y el tiempo -escribió Raúl PorrasBarrenechea-. Los cronistas viven en el espíritu de los acontecimientos que describen y pertenecen a él”. Quizá por lo mismo, por lo comprometidos que estaban con la historia que referían, es clamoroso el distorsionado punto de vista de los cronistas hacia los indígenas en su afán de justificar la conquista, y a la par, también, como producto del fallido intento de descifrar una cultura a partir de los...
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