Cruzada en jeans Thea Beckman
Cuenta la historia que, en el año 1212, millares de niños cristianos, siguiendo
el llamamiento de un muchacho, organizaron una Cruzada y se encaminaron
a Tierra Santa para librar Jerusalén del poder de los sarracenos. Por un azar
imprevisto, Rudolf Hefting, un muchacho del siglo XX, atraviesa un túnel del
tiempo y se ve forzado a unirse a la Cruzada infantil.
Rudolf contempla con ojosatónitos el mundo medieval y observa asombrado
las virtudes y los defectos del espíritu caballeresco. Comparte las aventuras
y las penalidades de los jóvenes cruzados y, con sus conocimientos de
hombre del siglo XX, los ayuda a sortear mil peligros, a resolver difíciles
problemas y a no caer en las asechanzas de quienes quieren abusar de su
buena fe.
www.lectulandia.com - Página 2Thea Beckman
Cruzada en 'jeans'
ePUB r1.0
Tiver 17.02.2012
www.lectulandia.com - Página 3
Título original: Kruistocht in spijkerbroek
Thea Beckman, 1973
Traducción: Guillermo Solana
Editor digital: Tiver
ePub base r1.0
www.lectulandia.com - Página 4
Suspiró entonces mío Cid, de pesadumbre cargado, y comenzó a hablar así,
justamente mesurado: «¡Loado seas, Señor, Padre que estás en loalto! Todo esto
me han urdido mis enemigos malvados».
ANÓNIMO
www.lectulandia.com - Página 5
1
Salto en el tiempo
—Y ESTE —dijo el doctor Simiak— es el transmisor de materia.
Rudolf Hefting contempló impresionado la enorme máquina que cubría todo un
muro del laboratorio. Vio un elevado panel, repleto de diales, botones y palancas con
enigmáticos números y símbolos. Aquella extraordinariamáquina que establecía
contacto con el pasado le hizo sentirse pequeño e insignificante. Su padre, el doctor
Hefting era amigo de los dos hombres que la habían inventado, y ahora, tras meses y
meses de súplicas, Dolf, ante la proximidad de las navidades, había sido por fin
autorizado a visitar el laboratorio. Jamás había imaginado que el transmisor de
materia fuera tangrande.
—¿Qué es eso? —preguntó señalando la sección central.
Parecía una cabina telefónica, pero sus paredes estaban aisladas a conciencia y la
puerta era transparente. Sin embargo, no estaba hecha de vidrio, sino de un material
sintético que, según decía el doctor Simiak, era indestructible.
—Ahí colocamos las jaulas con los animales o cualquier otro objeto que
queramos transportar—explicó el doctor Frederics, que era el ayudante del doctor
Simiak.
—¿Y vuelven también ahí?
—Cuando todo se desarrolla conforme a lo previsto.
—¿Qué quiere decir?
—Permíteme explicártelo, Dolf —dijo el doctor Simiak—. Si enviamos un
animal enjaulado al pasado, tenemos que aguardar tres horas antes de poder
recuperarlo porque el transmisor gasta mucha energía, se recalienta yhay que esperar
a que se enfríe. Durante ese tiempo, la jaula ha de permanecer en el pasado,
exactamente en el mismo lugar en que queda colocada. Eso es esencial, porque las
coordenadas de la máquina se hallan determinadas para ese punto. Si alguien retira la
jaula o si ésta aterriza en un terreno inestable y se cae, cuando vayamos a recuperarla
sólo encontraremos unmontón de arena y tierra. En otras palabras, habremos perdido
el animal.
—¿Por qué experimentan sólo con animales? —preguntó Dolf—. Los animales
no pueden contarles lo que han visto del pasado.
—Porque antes de pensar en enviar personas al pasado tenemos que estar
absolutamente seguros de que no corren peligro alguno. Si una persona llegara a una
ciénaga o a un lago no podríaestablecer contacto con nosotros y se perdería.
—El peso también cuenta —le interrumpió el profesor Frederics—. Cuando
utilizamos en el experimento un animal pesado, un mono, un chimpancé, por
ejemplo, la energía gastada inutiliza todos los fusibles y las reparaciones suponen
www.lectulandia.com - Página 6
meses de trabajo.
—Es increíble. ¿Está ahora la máquina...
Regístrate para leer el documento completo.