Cruzados de hambre

cruzados de hambre
El 21 de enero pasado, el gobierno federal dio marcha al que para muchos es el programa emblema del sexenio: la cruzada nacional contra el hambre. En Las Margaritas, Chiapas, elpresidente de la república anunció con bombo y platillo que este programa social está encaminado a sacar a 11.7 millones de mexicanos que según el CONEVAL, son víctimas de la mayor de las epidemiasde la historia humana: la pobreza alimentaria.
Entonces, ¿está este mal viviendo sus últimos días en suelo mexicano? No lo creo. Hace tan sólo unos días, diversos medios de comunicación impresospublicaron en sus primeras planas los varios aumentos a los precios de los productos de la canasta básica. Sólo el huevo aumentó su valor en un 10%, el alza fue tan poco piadosa con la economía popularque según El siglo de Torreón, varios negocios dejaron de venderlo porque los clientes ya no quieren comprarlo. A esto se suma un aumento al precio del pollo en un 25 % y los constantes aumentos a lasgasolinas, la luz electrica y otros insumos. Por su parte Chiapas, estado que parece ser una de las prioridades de la cruzada y que ostenta el nada honrroso titulo de ser el estado más pobre del país,anunció que su industria tortillera aumentará hasta a 15 pesos el precio del kilo del producto. Ahora bien, después de todos estos aumentos, se preguntarán: ¿así piensa el gobierno combatir el hambre?Hasta ahora la cruzada ha tenido más voces enncontra y desatinos que apoyo y aciertos. Los contratos firmados con empresas transnacionales como Nestle cuyo dueño recientemente declaró que el aguadebe ser privatizada para que sea mejor y Pepcico en donde la hermana de la actual secretaria de desarrollo social y titular de la cruzada, Rosario Robles aparece como socia senior de la compañia, hanhecho dudar de las buenas intenciones del programa gubernamental.
Empero, mientras los contratos y las declaraciones políticas de victoria se multiplican a ritmos vertiginosos, a ese mismo son se...