Crónica De Una Salida Pedagógica

CRÓNICA DE UNA SALIDA PEDAGÓGICA

POR: PEDRO ELÍAS RENTERÍA RODRÍGUEZ M.E
PROFESOR UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
“Que se le prepare para adquirir un conocimiento verdadero y sólido,
no falso y superficial; es decir, que el animal racional, el hombre,
se guíe por su propia razón, no por la ajena; no se limite únicamente
a leer y a aprender en los libros pareceres y consideraciones ajenos
delas cosas, o a retenerlas en la memoria y recitarlas, sino que sea
capaz de penetrar hasta la médula de las cosas y conocer de ellas su
verdadera significación y empleo” (Comenio, 2003: 41)

La idea de salir del aula con uno de mis grupos de licenciatura en educación a los que les enseño Epistemología e Historia de la Pedagogía en la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia(los sábados de 10 am a 2:00 pm), ha resultado una experiencia fabulosa -por decir lo menos-, no sólo por el cambio de contexto en la ritualidad de la clase, sino además, porque pudimos poner a prueba la hipótesis de que “siempre es posible aprender de otro modo” con menos discursividad por parte del maestro y más contacto con los objeto de saber, de hecho, todos los pedagogos clásicos ycontemporáneos lo recomendaron “id al encuentro con las cosas y con la naturaleza para poder tener experiencia”.
El lugar escogido, el Parque Arvi de Santa Elena; del origen y significado de su nombre no hay mucha claridad aún, pero de lo que sí hay claridad es de que guarda los secretos de nuestros antepasados, secretos que poco a poco van siendo develados al indagar a sus moradores, a los vendedores detoda clase de golosinas, de artesanías propias de la región, sobre todo a los más anciano, aquellos que son, cada vez más escasos pero que cuando se les encuentra y se les interroga, tienen tal disposición que quisieran contarlo todo de un tajo, como si presumieran que de la vida ya les queda muy poco y no desearan llevarse los secretos a la tumba. Y digo que son escasos porque la longevidad ya esmuy extraña en nuestros días, en tiempo idos, ser viejo era tan natural que a nadie sorprendía hallar longevos de 115 o más años todavía valiéndose por cuenta propia, sobre todo porque eran considerados “los oráculos de la tribu” a ellos se le consultaban las pequeñas y grandes decisiones y eran respetados y cuidados como un tesoro; hoy los encontramos solos y abandonados durmiendo en lasbancas de los parques.
La tarea, escribir una crónica como registro de la experiencia vivida, les explico que una crónica no es un ensayo como suelen llamarse los trabajos en la universidad (que de ensayo no tienen nada), una crónica es un relato de los detalles observados, de lo escuchado, de lo hablado con los moradores, con los visitantes y hasta con los compañeros de grupo, es una forma deregistrar los eventos que generan un aprendizaje, las conversaciones con los que vivieron otras experiencias en tiempos pasados, les cuento, además, que el filósofo de Envigado, el irreverente Fernando González escribió una obra muy bella producto de un viaje que hizo desde Medellín hasta Manizales caminando y que tituló “Viaje a pié”, y que nuestro premio Nobel, Gabriel García Márquez escribió“Crónicas de una muerte anunciada” producto (si no estoy mal), de las conversaciones que tuvo con Doña Plácida Linares la mamá de Santiago Nasar.
Decidimos ir por el Metrocable, queríamos volar además, volar por un cable que recorre más de diez kilómetros por encima de los contrastes más inimaginables, desde la estación Acevedo hasta el parque Arvi en Santa Elena.
Acevedo es una metroestación muyparticular, siempre parece estar demasiado concurrida, la gente viene y va con tal desenfreno que todos parecen tener demasiada prisa. La cita es a las diez y media de la mañana, mis alumnos ya están allí, unos con rostros sonreídos y otros (sobre todo algunas mujeres) tienen la cara llena de pánico, pues nunca habían tenido la experiencia de volar pendientes de un cable; para mitigar el miedo...