Crónica de una tormenta anunciada

Huracán Wilma


Moreno Castro Carlos Alberto


Cancún Quintana Roo


Viernes 21 de octubre del 2005







Crónica de una tormenta anunciada
El lunes 17 de octubre del 2005 las autoridades nos anunciaban de una tormenta tropical poco interés le puse a tal anuncio, el martes ya era un huracán categoría 5, dudas e incertidumbre inundaron mi pensamientos una tención inusual enla ciudad se dejaba respirar, no hagan compras de pánico recomendaban los periodistas, el miércoles el clima era tranquilo jornadas de trabajo irregulares se intensificaban las jornadas para el personal de mantenimiento en los hoteles y se recortaban horas a los demás departamentos, era eminente la llegada de Wilma, por mi parte sin experiencia en tales fenómenos, solo recordaba las anécdotasque conocidos me contaron en antaño sobre Gilberto, en ese entonces yo emprendía un negocio prometedor (“Una escuela de computación e inglés” ) y un salón de belleza apenas meses atrás inaugurado. Suspendí clases en la escuela y decidí tomar medidas precautorias, asegure equipo de cómputo y cualquier objeto de valor, para el día Jueves la tención era mayor se activaba la alerta roja: Cozumel,playa del Carmen y puerto Morelos resentían los envetes del huracán, mientras tanto Cancún se fortalecía, ventanas de negocios y casas se tupian con cinta canela y maderas, las madererías aprovechaban el fenómeno y las compras excesiva de triplay incrementando su precio. Con poca economía pues como ya lo mencione acababa de realizar un gasto sumamente fuerte y contenía deudas de préstamosadquiridos, solo pude proteger ventanas con trozos de madera que tenía a mi alcance, cartón y cinta canela. Desesperación y angustia. Todo era nuevo para mí y mi familia, acudí al hogar de mi única hermana en esta bella ciudad para asegurarme que estuviera bien y protegida, le auxilie en algunos detalles de seguridad y me despedí de ella deseándole suerte, yo aún tenía que hacer algunas compras. Tengo quedecirlo no eran compras de pánico sino obligatorias ya que era un hecho que Wilma llegaría a nuestro municipio: leche, abundante agua, pan, latería, estaba en mi lista prioritaria, para cuanto tiempo que importaba solo compraría lo que me alcanzara con la poca economía de ese día, que suerte no había mucha gente en la tienda de autoservicio cercana a mi casa, ups ya veo la razón ya no hay nada quecomprar para la eventualidad preocupado junto con mi esposa fuimos a otros centros comerciales, desesperados y angustiados y con un poco de dioscidencia pudimos colectar la lista de compras. No había mucho que hacer solo esperar.
El viernes 21 de octubre del 2005
Todo permanece encalma el día esta asoleado, decido ir a dar un vistazo a mis negocios poca gente en las calles abundante viento perono para alarmarse, muy poco tráfico, negocios cerrador y tupidos de triplay en puertas y ventanas, es raro ver así a la ciudad donde todo el día hay vida incluso de noche, las escuelas sin clases han cambiado a sus alumnos por turistas, se escucha por el megáfono al personal encargado del entretenimiento como dan instrucciones y con un tenso tono pero profesionalmente animan a los turistasalverjados en los centros educativos. Todo está en condiciones para el embate pienso en ese momento, me encamino de regreso a casa con paso firme y apresurado llego a mi destino, la angustia crese ante lo desconocido noticias en la radio y tv, llamadas de calma a mis familiares avisando que estamos bien, las noticias de otros estados disfrazan la realidad o mejor dicho aterrorizan a los parienteslejanos que solo pueden ver y oír lo peor del huracán; demasiado amarillismo como si eso les sirviera de algo a la ciudadanía. Anuncian que Wilma ya está en Cancún a piedra y lodo nos atrincheramos en nuestros hogares. (Podría investigar y dar horarios pero prefiero narrar esta crónica como la recuerdo así que no mencionare horarios), las estaciones de radio y transmisiones de tv se dejan de oír solo...