Crónica

LOS BENEFICIOS DE LA GALA ESTÁN DEL OTRO LADO.
El día transcurría de manera ordinaria, parecía que sería otro sábado de media jornada, pocas llamadas entraban a la agencia y los pocos clientes que nos respondían tenían prisa para salir y vacacionar porque añoraban su “Buen Fin”. La agencia de viajes en la que trabajo estaba en silencio, por algún momento llegué a extrañar el sonido de losmartillos, de la pulidora, el olor a pintura y la picazón en mis manos de cuando trabajaba en un pequeño taller de automóviles, sin embargo ahí estaba, sentado en silencio frente a mi computadora esperando a que algún visitante despistado no tuviera alojo en un hotel y poder venderle indiscriminadamente.
Los ejecutivos de la agencia, por otra parte, estaban ilusionados, decían que los hoteles enVallarta estarían al 100% y así, con la felicidad a flor de piel, sería más fácil hacer contratos para el bien de la empresa, pocas horas después descubrirían que el verdadero negocio estaba “del otro lado del puente”.
El horario de trabajo de ese sábado 17 de noviembre estaba planificado de 9:00 a 14:00, todo para que tuviéramos más tiempo libre y planear el fin de semana largo. Aproximadamente a las13:000 ocurrió algo que no estaba contemplado, llegó el patrón. Esto arruinada nuestro plan de escapar 1 hora antes y no sólo eso, nos dio una pequeña sorpresa, lanzó a una silla una bolsa con 7 trajes y dijo: “mídanselos porque tenemos el recorrido a las 14:00”. Nosotros desconcertados nos mirábamos sin decir palabra, hasta que me animé y pregunté: “¿a las 14:00 del lunes?”, a lo que el jefe merespondió: “si los traje hoy es porque hoy los necesitamos”.
Era un hecho, nuestro “Buen Fin” comenzaba de una forma no planeada y lo más preocupante era el rostro de angustia del patrón Rafael Rincón, quien nos apresuraba con una voz nerviosa, voz que más adelante entendería y compartiría.
Transcurrieron minutos de ajetreo en la oficina, yo no entendía nada. Estaba parado mirando a todos, con mipantalón de mezclilla y mi camisa verde seco, zapatos blancos y calcetín oscuro, en tan solo 15 minutos pasé de ser Milton a ser cualquier otra persona menos yo. Ahí estaba, con un traje de gala café claro, unos zapatos que parecían espejos de lo boleados que estaban, una camisa blanca y una corbata a rayas de color beige, totalmente disfrazado e incómodo. Entonces llegó el momento de irnos,subimos los 7, incluyendo al jefe, a una camioneta y nos dirigimos hacia en bulevar Francisco Medina Ascensio con dirección a Nayarit. El camino fue tranquilo y silencioso hasta que el señor Rincón dijo: “Vamos a Grand Bliss, conoceremos el complejo y tendremos comida de gala, no quiero quejas”. Esto tranquilizó a casi todos los que iban en esa camioneta, a excepción de Karla y yo, que éramos nuevosen eso.
El recorrido hacia el hotel nos dio una probada de lo que nos esperaba, tráfico y más tráfico por los turistas que venían a vacacionar a Vallarta. Cuando estábamos del otro lado, en Nayarit, nos dimos cuenta de la dimensión del fin de semana largo, Nuevo Vallarta estaba repleto de autobuses y automóviles particulares. La sola entrada al hotel duró casi 30 minutos, en los cuales la pláticaera informal como en la oficina, estábamos mal practicando para los minutos siguientes.
Entramos al complejo de categoría 4 diamantes, el segundo mejor calificado de la región de Bahía de Banderas. Los diamantes se los tenía bien ganados, las instalaciones eran de un nivel inmenso, la atención era personalizada, los empleados de mostrador hablaban con una voz tan dulce que te daban ternura,instalaciones para discapacitados, guías del hotel por todos lados, las sonrisas en todo momento por parte del personal, los servicios inmediatos como teléfono, cajeros, supermercado, boutiques, y demás hacían que el hotel desquitara todos y cada uno de los 4 diamantes que se enorgullecía nombrar, la SECTUR había hecho bien su trabajo al calificarlo así. Mosaicos gigantes, pinturas en las paredes,...