Cuando La Virgen Se Apareció En La Colonia
"Cuando la Virgen se apareció en la Colonia" es un breve relato de las Apariciones de Nuestra Señora de El Buen Suceso en Ecuador, basado en el libro escrito por el sacerdote franciscano Manuel de Souza Pereira en 1790, en Quito, a partir de los escritos contemporáneos a las Apariciones, guardados en el Monasterio de la Inmaculada Concepción de Quito, que hoy están perdidos escondidosentre sus muros. Las profecías de Nuestra Señora de El Buen Suceso son para nuestro tiempo; ellas describen con detalles exactos que el Cielo conocía hace casi 400 años, la debacle espiritual de nuestro tiempo.
INTRODUCCIÓN
1
1
2
Presentación
El
presente
relato
está
basado
en
el
libro
“Vida
Admirable
de
la
Madre
Mariana
de
Jesús
Torres y
Berriochoa”,
escrito
en
1790
por
el
Padre
Manuel
de
Sousa
Pereira,
OFM,
cuya
primera
edición
en
español
la
publicó,
el
año
2008,
la
Fundación
Jesús
de
la
Misericordia
de
Quito,
Ecuador.
El
Padre
Sousa
escribió
su
obra
a
partir de
la
lectura
de
la
biografía
de
la
Madre
Mariana
escrita
por
el
franciscano
español
Padre
Bartolomé
Ochoa
de
Alacano
y
Gamboa,
quien
vivió
y
murió
en
el
Convento
de
San
Francisco
de
Quito.
El
Padre
Sousa
también
leyó
las
biografías
escritas
por
sus
Directores
Espirituales,
los
Padres
Fray
Francisco
Anguita
y
Fray
Francisco
Pérez,
y
la
autobiografía
que
la
Madre
Mariana
escribió,
en
el
ocaso
de
su
vida,
por
orden
del
Obispo
Pedro
de
Oviedo, que
se
hallan
todas
consignadas
en
un
grueso
volumen
llamado
el
“Cuadernón”,
actualmente
oculto
y
extraviado
en
los
muros
del
Monasterio
de
la
Inmaculada
Concepción
de
Quito.
Directores
Espirituales,
Confesores
y
Biógrafos
de
la Madre
Mariana
Directores Espirituales: Fray Juan de la Madre de Dios Mendoza Fray Francisco Anguita Padre Ángel Francisco Pérez Venerable Padre Jerónimo Tamayo Fray Juan de la Madre de Dios Mendoza Fray Francisco Anguita Fray Francisco Anguita Padre Ángel Francisco Pérez
Asistieron su muerte:
Escribieron “Cuadernón”:
2
3
La
Fundación
del
Monasterio
El
mismo
año
de
la
fundación
de
la
ciudad
de
San
Francisco
de
Quito,
1534,
se
asentaron
las
primeras
comunidades
religiosas:
Franciscanos
y
Mercedarios,
y
años después,
los
Dominicos,
Agustinos
y
Jesuitas.
En
el
año
1556,
las
piadosas
matronas
de
la
ciudad,
llevadas
por
su
amor
a
la
Virgen
María
y
sabiendo
que
en
España
existía
la
Orden
de
Monjas
de
la
Inmaculada
Concepción
de
...
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