“Cuando Quiero Llorar No Lloro”: Una Mirada Crítica A La Obra De Miguel Otero Silva

“CUANDO QUIERO LLORAR NO LLORO”: UNA MIRADA CRÍTICA A LA OBRA DE MIGUEL OTERO SILVA Por: Ignacio Garnica Laverde 20081160015

Miguel Otero Silva: El hombre de la ciudad No podemos saber con certeza en qué pensaba Otero Silva al escribir Cuando quiero llorar no lloro, pero podemos ubicarnos claramente en el contexto de la obra. 1970 es el inicio de una década de contrastes para América latina:por una parte, el intento del norte por hacer partícipes a los latinoamericanos de los conflictos en Asia; por otra, un continente salpicado por lo que para García Márquez es el único personaje mitológico que ha producido nuestro continente: el dictador. Así América del Sur es en esta época un continente en desarrollo, no sólo económico, sino ideológico. Después de María de Isaacs, publicada en1867, el continente comienza a surgir como productor literario, y en la escena mundial comienzan a figurar escritores latinoamericanos como Borges, Cortázar, Neruda, etc. Resulta curioso pensar que exactamente 100 años después de la magistral obra de Isaacs, sería otro colombiano el que volviera a romper con el paradigma de la hegemonía literaria europea, cuando en 1967 se publicara Cien años deSoledad. No obstante, desde 1931 Otero Silva había incursionado ya a la literatura con su novela Fiebre, y tres años después de la publicación de Cien años de Soledad, llegará al público la primera edición de Cuando quiero llorar no lloro, obra en la que Otero Silva nos transmite todo su sentir urbano, su ideología revolucionaria marcada por un ateísmo tenaz, y su amor por la crónica de la ciudad.Miguel Otero Silva fundó el periódico El Nacional, en donde desfoga todo ese afán de revelar la crónica urbana, y muere en 1985 no sin antes entregar un acerbo de obras en donde también se encuentran el teatro y la poesía, y ser galardonado con el premio Lenin de la Paz (un equivalente soviético al Nobel de la Paz), convirtiéndose en el único venezolano en conseguir este honor. No cabe duda queMiguel Otero Silva debe figurar entre los grandes exponentes de la literatura latinoamericana del siglo XX.

Cuando quiero llorar no lloro: dialéctica de la comedia y la tragedia Esta novela es una magistral combinación de la hilaridad y el drama: Otero Silva combina (mas no revuelve) la comedia con la tragedia de manera perfectamente clara y sutil, sin llegar a ser difícil de definir el norte de laobra. El prólogo nos remonta a la antigua Roma, donde el emperador Diocleciano interrumpe de manera abrupta y extremadamente divertida y cruel todas la vicisitudes de los cuatro centuriones que pasarán luego de la tortura a convertirse en los cuatro mártires: Severo, Severiano, Carpóforo, y Victorino. Es de este hecho de donde se desprende el onomástico que bautizará a los tres protagonistas de laobra como el último mártir, y se enredaran en los vericuetos de la vida en que, gracias a RTI, todos los consumidores de televisión de 1990 en adelante recordamos perfectamente.

No hay que desprestigiar una obra de tan tremenda calidad únicamente por los descalabros de las aspiraciones literarias de Carlos Duplat 1; la obra es rica en sí misma, y como toda excelente pieza literaria, debesometerse a las maquinaciones del lúgubre tirano que siempre se las arregla para despojar el carácter imaginativo de toda obra y volcarlo a la televisión. Cuando quiero llorar no lloro no sólo combina el humor y el llanto, sino que es una obra capaz de comprometer al lector a un nivel inverosímil a partir del reflejo de la estratificación social y la sorprendente bruma de contemporaneidad que cobijalos destinos de los tres Victorinos. Esta obra se las arregla para, de alguna manera, cobijarnos a todos y entregarnos algo nuestra vida cotidiana ejemplificado en el devenir de un hijo, de una madre, de un actuar y de un morir. Después de leída, se debe ser muy ajeno a la realidad humana para no sacar algo con lo cual identificarse.

El mito en la obra de Miguel Otero Silva La literatura...