cuantitativo cualitativo
CAPÍTULO
1
HISTORIA DE LOS ENFOQUES
CUANTITATIVO, CUALITATIVO Y MIXTO:
RAÍCES Y MOMENTOS DECISIVOS
INTRODUCCIÓN
En este capítulo no se pretende abarcar la historia de la investigación, mucho menos
la historia de la ciencia. Una enciclopedia completa no bastaría para abordar este
tema. Solamente queremos ubicar al estudiante que se inicia en la investigación
sobre algunos de los momentos históricos más importantes en la indagación
cuantitativa, cualitativa y mixta. Asimismo, el capítulo pretende sentar las bases
para comprender un poco más estas tres formas de efectuar un estudio.
EL ENFOQUE CUANTITATIVO:
SUS DOS PRINCIPALES ANTECESORES
Como ya se mencionó en el primer capítulo de Metodología de la investigación, 5ª
edición, el enfoque cuantitativo en las ciencias sociales se origina en la obra de
Auguste Comte (1798‐1857) y Émile Durkheim (1858‐1917), con la influencia
significativa de Francis Bacon (1561‐1626), John Locke (1632‐1704) e Immanuel Kant (1724–1804). Es decir, el “abuelo” de tal enfoque es el positivismo.
A mediados del siglo XIX, el racionalismo iluminaba la actividad científica, la
revolución iniciada por Isaac Newton se encontraba en plena consolidación,
particularmente por los avances científicos y tecnológicos alcanzados en la época.
Con la publicación en 1849 del Discurso sobre el espíritu positivo, de Auguste Comte,
se inició en las ciencias sociales un paradigma denominado “positivista”. Cabe
señalar que, en términos sencillos, un “paradigma” es una manera de concebir al
mundo; un conjunto de creencias y premisas respecto a la naturaleza de éste
(Greene, 2007).
Esta visión proclama, entre otras cuestiones, que la realidad es una sola y es
necesario descubrirla y conocerla. Asimismo, el sentido de la percepción resulta la
única base admisible del conocimiento humano y del pensamiento preciso. Las ideas
esenciales del positivismo provienen de las denominadas ciencias “exactas”, como la
Física, la Química y la Biología; por tal motivo, los positivistas se fundamentaron en
científicos como Galileo Galilei (1564‐1642), Isaac Newton (1642‐1727),1 Nicolás
Copérnico (1473‐1543), Thomas Robert Malthus (1766‐1834) y Charles Darwin
(1809‐1882).2 Así, “el mundo social puede estudiarse de manera similar al mundo
natural” (tal como se investigan los átomos, las moléculas, los planetas y los
invertebrados; se pueden analizar los patrones de conducta de los trabajadores, las
razones de las enfermedades mentales, los efectos de un método educativo sobre el aprendizaje o las migraciones humanas) y existe un método exclusivo para indagar
ese mundo social, que es libre de los valores del investigador. Por ello, para el
positivismo, la objetividad es muy importante, el investigador observa, mide y
manipula variables; además de que se desprende de sus propias tendencias (la relación entre éste y el fenómeno de estudio es de independencia). Lo que no puede
medirse u observarse con exactitud se descarta como “objeto” de estudio. Además,
éste se encuentra determinado por leyes y axiomas. El positivismo solamente acepta
conocimientos que proceden de la experiencia, esto es, de datos empíricos. Los
hechos son lo único que cuenta. Es decir, los positivistas establecen como fundamental el principio de verificación: una proposición o enunciado tiene sentido
sólo si resulta verificable por medio de la experiencia y la observación. Todo debe
ser comprobable y esta condición es válida para cualquier ciencia. Asimismo, este
paradigma considera que es posible establecer generalizaciones libres del contexto
y del tiempo, ...
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