Cuanto tiempo me hago
Vivir como si fuera el último instante.
Son incontables las cosas que damos por sentadas en el diario vivir.Dejamos ir instantes preciosos con personas hermosas, no porque tengamos que sostenerlas para siempre pues eso es imposible, sino porque dejamos de vivirlos con toda nuestra con-sciencia y capacidad dedisfrute.
Cuando damos la despedida a alguien por última vez entonces reflexionamos en todos los momentos compartidos y en que en realidad cada pequeño suceso con ese ser fue al final un eventomagnánimo. ¿Por qué no hacerlo desde ahora, como una línea continua de ejercicio consciente?
Si observamos con detenimiento, cada ser es único en todas las posibilidades de respuesta que nos puede ofrecer,cada ser posee un encanto y belleza particulares, aunque las etiquetas sociales estereotipen todo en categorías muy limitadas.
Prueba algo sencillo: al estar con tus seres queridos o con tuscompañeros de trabajo, percíbelos en lugar de pensarlos; haz el ejercicio de simular que es la última vez que los verás, al menos en ese cuerpo y observa cómo tu actitud hacia ellos cambia instantáneamentedespertando en ti la compasión y el entendimiento profundo de que el otro es todo un universo en sí mismo y que no se repetirá jamás.
Si es un momento desagradable, en lugar de estallar con unareacción que multiplicará el enojo, intenta verlo desde esta perspectiva y haz magia. La magia de ver cómo hasta la furia puede transformarse en un momento de contemplación preciosa de lo que te aseguro, novolverá.
Detente ante las palabras lastimeras y pondera lo que verdaderamente tiene valor: Disfrutar de la presencia de las personas que te rodean aprovechando el enriquecimiento que la vida te...
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