Cuaresma



Trabajo de cuaresma 2015: superando la indiferencia

































La Cuaresma es un tiempo de renovación, para todo el mundo. Pero sobre todo es un tiempo de gracia. Dios no nos pide nada. Él no es indiferente a nosotros, nos conoce muy bien. Cada uno de nosotros le interesa,su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede. Pero cuando estamos a gusto nos olvidamos de los demás, no nos interesa nada. Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia, uno está bien y a gusto, pero se olvida de las demás personas que están mal. Es una actitud egoísta de indiferencia que ha alcanzado una dimensión mundial, hasta un punto que podemos hablar de una globalización de laindiferencia. La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real también para los cristianos. Dios no es indiferente al mundo, el ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. La iglesia es como la mano que tiene abierta la puerta mediante la proclamación de la Palabra. Pero sin embargo el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a travésde la cual Dios entra al mundo y el mundo El. El pueblo tiene necesidad de renovación, para no ser indiferente. La caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal en si mismo de la indiferencia, nos la ofrece la iglesia con sus enseñanzas y su testimonio. Solo se puede testimoniar lo que antes de ah experimentado. La cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a sercomo él. Cuando escuchamos la palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en él no se es indiferente hacia los demás. La iglesia es comunico sanctorum porque en ella participan los santos, es una comunión de cosas santas. En esta comunión de los santos y en esta participación en las cosas santas, nadie posee solopara si mismo, sino que lo que tiene es para todos. Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que nos da es preciso superar los confines de la iglesia visible en dos direcciones. Uniéndonos a la iglesia del cielo en la oración, cuando se ora, se instaura una comunión ante Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence la indiferencia. Los santos ya contemplan y gozan, gracias aque, con la muerte y la resurrección de Jesús, vencieron definitivamente la indiferencia, la dureza de corazón y odio. También nosotros participamos de los méritos y de la alegría de los santos, así como ellos participan de nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconciliación. Es motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazón. La Iglesia por naturaleza esmisionera, no debe quedarse replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres. La misión es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra. Así podemos ver en nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó. Como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Sentimostoda nuestra incapacidad para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia? Primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia terrenal y celestial. En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas. La Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con unsigno concreto, aunque sea pequeño, de nuestra participación en la misma humanidad. Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad. los límites de nuestras posibilidades. Y podremos resistir a la tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a nosotros mismos....