Cuba Joseba
Joseba Macías •
Ya desde los primeros años de la Revolución cubana, la equidad de género en el
desarrollo social se va a establecer como objetivo primordial de la nueva
estructuración política (Caram León, 2005: 1). La rápida puesta en marcha de una serie de medidas tendentes a eliminar las barreras que mantienen a la mujer en
posiciones sociales subordinadas supone la primera fase de un intento de
transformación integral. La creación en 1960 de la Federación de Mujeres Cubanas
(FMC) significará un importante paso en el proceso organizativo de sus propuestas
y necesidades llegando incluso a convertirse, en opinión de diversos autores, en
una de las instituciones más activas y transformadoras que han existido en la
historia contemporánea de Cuba en función de los sustanciales logros obtenidos en
su complicado ámbito de actuación y en la transversalidad con otros sectores
(López Vigil, 1997: 29). Para otros analistas más críticos, sin embargo, la lucha por
los derechos de la mujer en la Revolución no va a conseguir superar en estas décadas la dependencia de los hábitos culturales heredados de la tradición
mientras la masiva incorporación laboral de las ciudadanas cubanas, uno de los
cambios más significativos, habría respondido no tanto a una lectura de igualdad
de derechos como a la necesidad estratégica de la dirigencia del país de “ampliar la
fuerza de trabajo” (Bunck, 1995: 427).
A lo largo de este artículo vamos a tratar de comprender cuál de estas visiones se
ajusta más a la realidad, conocer también los cambios esenciales en la situación de
los derechos de la mujer cubana a lo largo de estos cincuenta años, su proceso de
integración social en igualdad, la reivindicación de sus espacios desde su
organización esencial de articulación, la FMC, las dificultades de esta institución
para asumir la teoría de género o, por citar otro aspecto importante, los diferentes
ámbitos de organización surgidos en el marco de la nueva realidad social. Pero
previamente conviene conocer brevemente cómo se había escrito la historia antes
de 1959.
1. Situación de La Mujer Cubana: 18981959.
En las dos últimas décadas del siglo XIX en Cuba, al igual que en otros puntos de la
región donde las capas populares van a ir asumiendo su nuevo papel ante la
modernización, la “educación de la mujer” aparece como un tema muy divulgado a
partir del cual se elabora un discurso destinado a combinar la necesidad –social e
individual‐ del trabajo femenino con la “moralidad burguesa”. La tarea no va ser fácil. Además de las profundas heridas y consecuencias de la lucha contra la
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Profesor en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Euskal Herriko Unibertsitatea Universidad del País Vasco. Licenciado en Sociología y Ciencias Políticas y en Ciencias de la
Información. Profesor de la Cátedra de Cine Documental en la Escuela Internacional de Cine y Televisión
de San Antonio de los Baños (Cuba). Director de películas y series documentales yex director de Egin
Irratia. Autor del libro “Palestina: símbolos, claves y desafíos” (editorial Hiru) y articulista en diversos
medios de comunicación: Egin, Gara, Euskaldunon Egunkaria, Berria, Deia, Diagonal, Viejo Topo,
Rebelión, etc.
1
colonización española (Vinat, 2001), hay que hablar también de un patriarcalismo
muy asentado en la mentalidad social.
“La historia nacional de Cuba repite un estereotipo universal de varón al que se le
asignan valores patriarcales que lo hacen presa de una construcción de género según
la cual ser varón es importante porque las mujeres no lo son”
(Segarra‐Carabí, 2000: 7‐13).
En esta realidad, la inserción laboral de la mujer queda sujeta a una ...
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