Cuent
Hacia pocas horas ambos habían caminado sobre el césped húmedo, ella con su cabello al aire, vigilando que Taco, su perro, no sealejara demasiado, él, sostenía dos vasos de café, su mirada vigilaba las nubes, en cualquier momento volvería a llover, eso no importaba, hacía tiempo que no pasaban un momento juntos; le extrañó yreconfortó que lo hubiera buscado, para algo bueno no era, de eso estaba seguro, pero a estas alturas, qué importa, compartir una tarde de lluvia significaba algo grato, cuando las primeras gotas cayeronsobre ellos, se refugiaron en uno de los corredores de la unidad, bebieron el café mientras taco se recostaba a sus pies.
-A ese perro nunca le ha gustado mojarse.
- Antes no le gustaba, ahora lo bañodos veces por semana, se terminó acostumbrando.
Se agachó para acariciar al perro, este respondió la caricia girándose para que le rascara la panza, ella en agradecimiento le acaricio elcabello a él, la lluvia en lugar de disminuir arrecio, decidieron ponerle la cadena Taco e ir al departamento de ella, los relámpagos iluminaban por instantes el pasillo, cuando llegaron a la puerta deldepartamento, el perro se sacudió justo al lado de él, cuando entraron, Taco se recostó en la alfombra y se durmió en el instante, ellos se secaron y prepararon café, ella ponía azúcar, tazas y uncenicero en la mesa, no contaban con luz eléctrica, un árbol había caído sobre el transformador, encendieron unas velas y él sirvió el café, Taco se acomodó bajo la mesa.
-¿Por qué me llamaste?
- Por elplacer de verte
- ¡Ah!, gracias, pero de verdad, ¿qué tienes?
- Necesitaba platicar con alguien, pensé en ti.
- ¿Sobre qué quieres platicar?
Un cigarrillo se consumía en sus labios, inhalo...
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