Cuentan que hace mucho tiempo
Desde pequeño, Gaspar había sido un gran lector, siempre le habían gustado las cuentos de hadas, brujas, valerosos príncipes, bellas princesas encerradas entorres, sapos encantados, pócimas, hechizos y todo lo que suele encontrarse en los cuentos tradicionales.
Un día y con muchos, muchísimos cuentos en su memoria, emprendió un viaje sin destino cierto,tal vez llegaría a algún reino encantado o quizás a un lugar embrujado. Gaspar salió sin un rumbo seguro, pero seguro de que encontraría un lugar similar al que los cuentos le habían contado. Esa erasu gran fantasía.
Gaspar se equivocó y eso lo sorprendió. Aquí ya empiezan las contradicciones pues cualquiera podría pensar “Pobre Gaspar, no encontró aquello qué buscaba”, “¡Qué lástima, tomó elrumbo equivocado!” “¡Qué desilusión se habrá llevado el pobre muchacho!”.
Sin embargo, fue una gran suerte que se equivocara. Por extraño que parezca fue una gran alegría pues aprendería más de esesupuesto error que de cualquier acierto.
Cuando llegó al pueblo creyó de verdad estar en uno de los tantos libros de cuentos que había leído. A simple vista, el lugar se parecía a tantas y tantasilustraciones que guardaba en su memoria.
De pronto, se encontró con una bruja de nariz puntiaguda, tanto o más que su sombrero, vestida de negro con una gran verruga en su rostro y una escoba en su mano. Hastaaquí, nada que nos pueda sorprender. Gaspar pensó que la bruja montaría la escoba y saldría volando, sin embargo nada de eso sucedió. La bruja se puso a barrer, lo miró y con un tono muy dulce ledijo:
-¡Buen día caballero! ¿Cómo está usted? ¿Viene de lejos?
Gaspar saludó a la amable bruja, sin dejar de mirar la escoba.
-Quiero dejar todo bien limpito, así nadie se tropieza. El otro día se...
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