CUENTO 2

CUENTO 2
-Nicolle Herrera-

-Yo sólo lo hago por mis hijos…¡No me quedaba de otra!- Excusas, nada más. ¡No sea mentirosa que usted no es más que una puta!- Es que usted no entiende qué es lo que se debe sacrificar para mantener a cuatro hijos y que su marido esté desempleado por más de tres meses y recostado todo un día en una cama, bebiendo hasta el amanecer, sin siquiera ayudar al menos con elaseo.- A mí no me joda y usted no tiene derecho de hablarme de esa manera. Agradezca que la dejaba salir.- ¿¡Pero y quién fue el que me hizo todos estos moretones y cortaduras en el cuerpo¡?- Deje la cansadera y lárguese de mi casa, vieja inmunda.- ¿”Mi casa”? Si yo lo he pagado todo y bueno… Me largo de esta casa, pero eso sí… ¡Me llevo a mis hijos!- No me importa, váyase.-

María del Marempieza ese viernes 2 de diciembre, su emprendedor viaje en busca de un lugar en el cual sus hijos y ella durmieran. Pensando que Felipe, su marido, era el amor de su vida o mejor dicho el hombre perfecto. Pero se había equivocado y el sólo pensar que sus hijos tenían que ver todas sus peleas violentas, la sacaba de quicio. Todos los días era lo mismo, el mismo cuento de “sí fui a la entrevista, pero nome aceptaron” y “mañana voy a trabajar, lo prometo”. Después de tanto aguantar ese maltrato y de haber tenido miedo a denunciar, se libró de ese machista de esposo. María dejó a sus hijos a cargo de su abuela, mientras que ella conseguía un lugar en el que pasaran la noche y ésta no fue una tarea fácil, por lo que no aceptaban a más de un niño en las habitaciones arrendadas y porque la mayoría depropietarios eran hombres machistas.

Después de tanto tiempo buscando, encontró un lugar barato y muy bien situado, además de estar en buen estado y ser un poco más grande que otras habitaciones. María y sus hijos durmieron tranquilamente del cansancio y llegó la hora de que ella encontrara en dónde trabajar. Lo que le gustaba hacer en su tiempo libre era tejer y cocinar, por lo cuál queríatrabajar en algo que incluyera alguno de las actividades. Al día siguiente la aceptaron en “Don Hediondo”, restaurante no muy conocido, pero con buena paga. Sólo que ella no estaba muy concentrada en lo que hacía por todas esas experiencias del pasado. La torpeza la invadía, todo le salía mal. Rompía los platos, condimentaba demasiado la comida, no hacía bien la limpieza del establecimiento, de meserano atendía de manera confortable para el consumidos y todo lo que sucedía afectaba el rendimiento del restaurante. Por lo cual la sacaron con un “no vuelva a pasar por aquí que me espanta la clientela” y “ponga los pies en la tierra, que así como va no va a conseguir ningún empleo”. En todo trabajo hacía algo mal, pero eso no la llevó a rendirse así de fácil, pero a corregir y darse cuenta de suserrores, todo por el bien de sus hijos, que envidiaban lo que otros tenían.

Una, dos, tres semanas pasando de empleo a empleo, por lo menos ganando un poco de dinero en los primeros días para ir ahorrando y ese 23 de diciembre, ya casi navidad, volvió al trabajo que más odiaba en el mundo.- Qué más mamacita. Sabía que volvería tarde o temprano a mi lado. ¿Vino acá por el trabajo?- Buenos díasDon Germán. He venido para ocupar el puesto vacante y le quería preguntar si me puede aumentar el salario por ésta vez.- ¿Y eso por qué?- Pues por la navidad y para salir adelante, por lo que le ruego.- Tendrá que trabajar duro entonces y satisfacer a los clientes, al igual que obedecer como lo perra que es usted. Comience esta noche.-

Esa noche bastante fría, se vistió con una vestimentareveladora por órdenes de Don Germán, para conseguir clientela. No se arrepintió de haber vuelto, porque a pesar de haber sido manoseada por pervertidos y obligada a desnudarse, recibió su paga. Unos ochenta mil pesos, que servirían de mucho. Este era el dinero con el que iba a poder hacer mercado y comprarles los regalos de navidad a sus hijos, para poder hacerlos felices de ese día en adelante. Pero...