Cuento basado en hecho histórico

EL ANHELADO SOSIEGO
1977

Oscar se dirige cautelosamente a la oficina de edición. Alrededor de aquel grisáceo cubículo del otro lado del oscuro corredor, en torno al muro poblado de lucestenues que los separa del departamento de investigación, se encuentran diecinueve de sus colegas, horrorizados por la presencia de los trajeados. Nunca nadie se atreve a llamarlos de otra manera.Escribe para que se lea. Para que exista un leyente que elogie su trabajo. Tomar un bolígrafo y comenzar a dibujar conjuntos de signos interrelacionados en un papiro tiene más relevancia que comunicar.Transmitir e intercambiar ideas. O al menos eso es lo que cualquier escritor anhela cuando piensa en que el idear es tener un pensamiento propio.
El pensamiento propio vuela como la pólvora de las armasde los trajeados. Diecinueve cuerpos desaparecen en automóviles oscuros como el crepúsculo invernal. La bruma violácea cae sobre el pavimento de la avenida donde cinco coches avanzan sin piedad. Elsonido sobre los adoquines suele similarizarse con la melodía de las balas danzando hasta llegar a la empalizada que delimita la detención de la aparente libertad.
Desplazar a aquellos bárbaros a susrespectivas celdas no les enseñará su lección. Sus mentes están nubladas de pensamientos. Seguir órdenes les sería más fácil que utilizar sus ilusos cerebros. Se lamentan de lo dicho cuando la cintade cuero vacuno tomada por Oscar acaricia su columna. Sólo un crédulo sería capaz de comprender sus pensamientos utópicos de que pronto volverán a sus hogares con aquellas personas que consideran seresallegados.
Gritan, piden auxilio, esperando que algún valiente fuera de las rejas arriesgue su prestigio escuchándolos. Llega la hora, luego de ser alimentados tan precariamente como a unanimal doméstico. La empalizada se encuentra en el mismo estado desde hace más de un año. Adheridos a su superficie unos cuantos hoyos dueños de almas perdidas y cuerpos desechados.
Al otro...