Cuento Concurso

Bastián Merino Vásquez | 4 ° A
¿Quién eres?
En el momento en que mis ojos presenciaron la luz que emanaban aquellas cuatro paredes de un color blanco inerte, me desconcertaron. De una maneradesespera e inhóspita, me levante de la cama en cual yacía, me acerque rápida, pero sigilosamente a la única puerta que se encontraba en ese minúsculo cuarto, observé por un diminuto ventrículo, ubicado enla parte superior del portal, lo que me se ofrecía divisar al exterior. Sólo se lograba distinguir un extenso e infinito pasillo obscuro, que no conducía a absolutamente nada. Agobiado por nocomprender en el lugar en el cual me localizaba y sin un razonamiento mayor para tranquilizar mi sensatez, decidí gritar, un aullido desgarrador, asesino de mi alma, cansada y desvalida que no divisaba salida.Comencé a golpear, desesperadamente el umbral de mi puerta, una y otra vez, hasta que mis nudillos sangraron, al notar que método empleado sin razonamiento alguno no efectuaba una solución, sentenciéque debía calmar mis ansias. De pronto oí a la distancia la repercusión de unos leves pasos que se iban acercando con una lenta y cautelosa precaución, al instante, divisé una sombra que destellabapor la pequeña ranura que poseía la puerta en la parte inferior, de inmediato, me alarme al apreciar que osaban abrir mi puerta. Como no tenía conocimiento alguno de donde me encontraba y naturalmentequería salir de aquel cuarto, al momento, en el cual la puerta se fue abriendo espacio, observé a un hombre de aspecto dictaminador, que vestía una especie de abrigo blanco, era delgado y de rostrofunesto, sin mayor razonamiento me abalance de una forma veloz en contra de aquel sujeto, golpeándolo en reiteraras ocasiones en el rostro y abdomen, dejándolo inconsciente y desvalido en ese infinitopasillo. Mis manos temblaban, mi corazón palpitaba veloz, casi percibía que iba a salir por mi boca, intente calmarme y controlar mi respiración, para poder regístralo y ver lo que portaba. Al...