Cuento corto : la flauta de yimeh

La flauta de Yimeh
Por Julio García Cazarín
En mi carrera como Antropólogo y documentalista de los misterios arqueológicos y geológicos del mundo he conocido todos aquellos lugares que puedan considerarse enigmáticos. Pero nada tan descabellado como lo que me encontraría en la montaña de Gothgotha en la Alemania Oriental.
La montaña de Gothgotha es un sitio geológico poco conocido einvestigado por lo remoto e inaccesible que es el trecho que llega a las faldas de la montaña, las salientes rocosas impiden llegar ahí en cualquier vehículo motorizado y la imposibilidad de aterrizar sobre esas afiladas y escarpadas cumbres hacen que el camino a la montaña solo se logre a través de bestias y después de varios días de agotador viaje.
Al pie de la montaña se encuentra casi deshabitada unaantigua aldea, con casas construidas de piedra volcánica y rústicos tabiques de barro, que alguna vez habitaron las familias de mineros que explotaban la cantera al sur de la montaña; pero que pronto desistieron por la dificultad de la transportación y lo sinuoso de los caminos. Pocos se quedaron, huraños a dejar la soledad de aquel paraje. Tal vez ya inadaptados para vivir de nuevo en lasciudades.
El misterio de la montaña yace en los pasadizos que se entretejen dentro, como si fuera un sistema de tuberías perfectamente elaborado, todos con el mismo diámetro de 2.05 metros de circunferencia y aunque hoy casi todos ellos se encuentran inaccesibles se puede notar que se extendían por varios kilómetros dentro y fuera de la montaña, quien hizo esta increíble obra de ingeniería es aun unmisterio, pues desde que Roald Engebrecht puso por primera vez pie en estos terrenos vírgenes para los hombres, describió en sus bitácoras de viaje el misterioso enjambre de túneles que penetraban la montaña.
Aun más misterioso que los túneles mismos son los extraños pictogramas que se encuentran escritos en las paredes de los túneles. Imágenes labradas con alguna técnica desconocida aun por lascivilización moderna, pues bien pareciera que la decoloración que se utilizo para labrar esas demoniacas figuras no conlleva el uso de ningún pigmento que se encuentre sobre la piedra sino mas bien pareciera que la piedra misma hubiese cambiado su estructura molecular para decolorarse y formar esas horribles figuras paganas y arcaicas que fosforecen de manera inexplicable en la oscuridad. Formashumanoides de seres alados y tentaculados, cefalópodos y algunas otras que no se pueden describir con palabras parecían estar pintadas para hacer perder la cordura a los visitantes y hundirlos en un laberinto de alucinaciones y delirio.
Pero fue la historia que me conto Sebith Thethrinka uno de los lugareños la que realmente me convulsionó.
Esto sucedió cuando el padre de Sebith, Yimeh, era apenasun jovencito de unos diez años. Y había recibido un cachorro mastín como obsequio de cumpleaños. Pero por el clima templado de la montaña este murió pronto. Yimeh lloro la muerte de su animal sin duda ahí conoció el desconsuelo de la mortalidad del ser humano.
Un par de semanas después Yimeh jugaba al pie de la montaña tocando una flauta que había sido un presente de su padre y que el mismohabía tallado de madera de pino grabando su nombre en ella. Yimeh hacía sonar la flauta intentando imitar el sonido de algunos pájaros cuando escucho un susurro que provenía del lado oeste de la montaña, un tenue pero claro susurro que decía: “Venid… Venid…” Yimeh no pudo evitar acercarse más a la montaña para corroborar sus oídos y el susurro cada vez se hacía más claro. Yimeh subió por las escarpadasfaldas de la montaña y por los maltrechos caminos de piedra siguiendo aquel llamado hasta que llego al pie de uno de los túneles de la montaña; el túnel oeste. El joven pudo ver al fondo de la cueva un ligero destello fosforescente y el susurro parecía ahora venir acompañado por una suave brisa cálida que acariciaba y seducía al pequeño Yimeh.
El niño entro cauteloso a la cueva y se aproximo...