Cuento Corto Para Taller De Redacción

Una linda mañana de Febrero, en una calle cerca del barrio de la colonia Roma, en México, me crucé con la chica perfecta.

Realmente no era tan guapa. No resaltaba de alguna forma en especial. No vestía de ninguna forma en particular, llevaba aún las marcas de recién haber despertado. Tampoco era joven- tendría cuando menos veinticino años. Aún así, a unos metros de distancia sé que ella es lachica perfecta para mi. Desde el momento que la miré algo dentro de mi golpeó por dentro y mi boca quedo tan seca como un desierto.

Quizá todos tienen un propio tipo de chica favorita: como de tobillos delgados, o de grandes ojos, o delicadas manos, o sin tener una razón te enloquecen las chicas que se toman su tiempo para comer. Yo tengo mis propias preferencias, por supuesto. A veces en lacalle me descubro mirando a la chica que va pasando porque me gustan los tennis que usa.

Pero nadie puede asegurar que su chica prefecta corresponde al tipo preconcebido. Por mucho que me gusten los tennis, no puedo recordar la forma de los de la chica, ni siquiera el color. Todo lo que logro recordar de forma segura es que no era muy bella que digamos, qué raro.

-Ayer me crucé en la callecon la chica perfecta-, le comenté a mi amigo.
-¿Sí?- dice él- ¿Era guapa?
-No realmente.
-De tu tipo entonces.
-No lo sé. Me parece que no puedo recordar nada de ella, la forma de sus ojos o el tamaño de sus pechos.
-Raro.
-Si, raro.
-Bueno como sea- me dice ya algo aburrido- ¿qué hiciste? ¿Le hablaste? ¿La seguiste?
-Nah, sólo me cruce con ella en la calle.

Ella caminaba de este a oestey yo de oeste a este. Era una bella mañana de Febrero.

Ojalá hubiese hablado con ella. Media hora sería suficiente: sólo para preguntarle acerca de ella misma, contarle algo de mi. Lo que realmente me gustaría hacer es explicarle las complejidades del destino que nos llevaron a cruzarnos uno con el otro en esa calle de la Roma en una bella mañana de Abril. Algo que seguro nos llenaría desecretos, como cuando las personas se conocen por primara vez.

Después de hablar, almorzaríamos en algún lugar, quizá veríamos una película de Godard, pasar a algún bar para beber una cerveza y con un poco de suerte terminaríamos en la cama.

La posibilidad tocaba mi corazón.
Ahora la distancia entre nosotros era de unos cuantos metros.


¿cómo acércarme a ella? ¿qué debería decirle?
-Buenosdías señorita, ¿podría compartirme unos minutos para conversar?
Rídiculo, sonaría como a vender seguros.
-Disculpe, ¿sabría usted si hay en esta zona una lavandería?
No, simplemente rídiculo. no lleno nada que lavar, ¿quién creería algo como eso?
Quizá simplemente la verdad: "Buenos días, tú eres la chica perfecta para mi."

No, no se lo creería. Aunque lo dijera es posible que no quisierahablar conmigo.
"Perdóname", podría decir, "es posible que yo sea la chica perfecta para ti, pero tú no eres el chico perfecto para mi." Podría suceder, y de encontrarme en esa situación me rompería el corazón, jamás me recuperaría de tal golpe. tengo veintidós años y de eso se trata madurar.

Pasamos frente a una florería. recién llovió y la calle estaba húmeda, se percibía el olor a tierramojada. No puedo hablar con ella. Ella trae un suéter blanco y en su mano derecha sostiene un sobre blanco con una estampilla. Así que ella le ha escrito una carta a alguien, y a juzgar por lo adormilada que se veía quizá pasó toda la noche escribiendo. El sobre podría guardar todos sus secretos.

Doy algunos pasos y giro: ella se pierde entre la multitud.

Ahora por supuesto sé que le hubieradicho. Tendría que ser un discurso largo, pienso,, demasiado tarde como para decirlo ahora. Siempre se me ocurren las ideas cuando ya no son practicas.

Bueno, no importa, hubiese empezado "Érase una vez" y terminado con "Una historia triste", ¿no crees?

Érase una vez un muchacho y una muchacha. El muchacho tenía dieciocho y la muchacha dieciséis. Él no era notablemente apuesto y ella no era...