Cuento Corto

MIRA MIS OJOS
(Vidal)
Sentado en la sala de espera de maternidad le parecía que los segundos eran minutos y los minutos, horas. Odiaba los hospitales y, a no ser por la causa que lo ameritaba, jamás hubiese estado ahí. El ir y venir de los doctores lo ponía ansioso, los avisos por el altavoz lo sobresaltaban y la puerta que él esperaba abrirse permanecía inmóvil.
Al cabo de un rato se abrióy sin darle tiempo de atisbar dentro, la enfermera la cerro tras de sí. Sus manos se pusieron más heladas, rápidamente se puso en pie y con voz entrecortada logró preguntar: - ¿Cómo esta ella? -Estable-respondió la enfermera- el parto fue todo un éxito, pero…-detuvo la frase al notar que palidecía, luego prosiguió-la nena presenta un problema. - ¿Quéproblema? ¡Le ruego me diga todo ahora! - Nació ciega-respondió sin mostrar compasión.
Lentamente se sentó de nuevo, llevó sus manos al rostro y sollozó fuerte.
- Lo siento­-dijo al fin ella, mientras se marchaba, pero ya no la escuchó. Sus pensamientos volaban hacia un recuerdo: la mañana en que conoció a su esposa.
Esa mañana había sido difícil, su padre, quien por muchosaños había sido su héroe y que cada día lo decepcionaba más, no dejaba de tener secretos.
En su lecho de muerte le había revelado lo que nunca imaginó, aunque siempre se había preguntado del porqué de sus ojos azules puesto que en su familia nadie presentaba dicho pigmento; con esa revelación al fin obtuvo la respuesta: tráfico de órganos. Su padre le contó que había nacido ciego, los médicosdijeron que fue producto de defectos congénitos; Él tenía dichos genes recesivos que había impedido la visión a su hijo.
- Fue muy duro para tu madre y para mí- le confesó-ella nunca estuvo de acuerdo con mi propuesta de buscarte otros ojos, decía que así te quería, pero yo no me quedaría viendo como mi único hijo crecía siendo casi un inútil. -¡¿Cómo lo hiciste papá?! -preguntó al borde del coraje. - Conseguir ojos por la vía legal es imposible, nadie está dispuesto a venderlos ni por una gran cantidad de dinero, así que recurrí a mí poder. Contrate a una banda de criminales, de esos que se dedican a secuestrar. Ya tenía observada una niña que vivía en el otro extremo de la ciudad, en los barrios marginales, les entregue las fotos de ella y desu madre, les di la dirección y ellos hicieron el resto. Cuando me la trajeron ya también había contratado un cirujano corrupto y con su grupo de auxiliares en una sola noche lograron intercambiar los ojos. Ambos tenían tres años. Luego la misma banda llevó a la pequeña a su casa junto con un maletín de dinero. Tu madre me hizo jurar que jamás te lo dijera, pero ya que ahora ella no está y que eneste lecho de a poco me muero, no quiero irme con este secreto.
Ya no quiso escucharlo más, salió de la habitación y arregló su portafolio, se le hacía tarde para tomar el taxi que lo llevaba al trabajo.
Con enojo abrió la puerta de la calle y la cerró de golpe. Iba de mal humor pero al solo pisar la calle vio por la otra acera una joven que caminaba con dificultad, escrutando el camino con subastón, comprendió que no veía y recordó a la inocente criatura que habían despojado de sus ojos y tuvo compasión de aquella joven que trastabillaba. Al parecer no conocía bien aquella zona. Se acercó con sigilo, tratando de olvidar el incidente con su padre para parecer amable.
- ¿Te ayudo? - fue lo único que se le ocurrió decir.
Ella, acostumbrada a recibir caridad (algo que la irritaba)decidió aceptar por primera vez un ofrecimiento. Y aquellas dos cuadras que caminaron juntos para él fue como el paseo de toda su vida, sintiendo que parecía que desde hace mucho tiempo conocía aquella inocente criatura.
-¿Qué haces por aquí? - preguntó, tratando de no mencionar la falta de visión. - Daré clases de piano en la escuela de la esquina, tenía entrevista hoy y me...