cuento corto
Vivian Lachner
La magia de comenzar un día nuevo, es que cuando nos despertamos nunca sabemos como va a terminar. No sabemos de que color se va a poner el cielo, como va a estar elclima, que palabras vamos a hablar y con quien vamos a compartir aventuras. Lo que parecía una mañana normal y soleada de Julio estaba a punto de convertirse en algo que los hermanos Motoa nunca seimaginaron.
Entre las familias cafetaleras de la zona de Miramar, los Motoa eran los mas adinerados. Sus fincas y haciendas cubrían grandes hectáreas de hermosas plantaciones y paisajesdeslumbrantes. Julián y Ema de tan solo 13 y 11 años de edad, vivían bajo las estrictas reglas de sus padres, cuyos principios siempre se regían por la elegancia y de buenos modales. Los hermanos estabanacostumbrados a jugar en la casa con sus niñeras. A pesar de sus padres ser los dueños de inmensos terrenos, estos hermanos nunca habían explorado y jugado en estas tierras.
Una mañana Julián se levanto ahacer los deberes que siempre hacia antes de irse a la escuela, cuando de pronto por su ventana vio a lo lejos un brillo muy reluciente que salía entre los árboles. Julián intrigado salió corriendo adonde su hermana menor a contarle lo que había visto. Sus mentes curiosas los llevaron a adentrarse en los cafetales en búsqueda de este brillo tan extraño.
Una vez en los cafetales empezaron a dudarsi deberían de seguir la luz ya que estaba muy lejos de ellos y no conocían esas tierras.
Ema le dijo a Julián – “Deberíamos de volver, mamá y papá se enfurecerían si supieran que estamos aquí.”Julián le contesto – “No se van a dar cuenta, piensan que estamos en la escuela.”
Siguieron su camino dispuestos a encontrar la causa de ese brillo.
Ya bien adentrados en los cafetales Emma y Juliánse dieron cuenta que estaban perdidos. Caminaron por un largo rato, cuando de pronto se encontraron con un lago.
Ema – “Julián, Julián mira que lago tan hermoso!”
Julián – “Emma agarra...
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