CUENTO DE CARLOS AHORITA
No es mi culpa que me importe más mi futuro, aparte sé que no soy muy bonita, bueno eso no es lo que piensa mamá lo que elladice es –Mi niña tu eres la mejor hija del mundo, no te debe importar lo que digan las demás- claro mi mamá no estudia con Martina.
-¡Estela! ¡Hija necesito que bajes un segundo!- de nuevo mi madre gritando como todas las mañanas en esta vieja cabaña, es vieja, claro que todo el tiempo hay algo con polvo o que sacudir, es vieja.
-Hija que bueno que bajaste, es claro que ya sabes que necesito queme ayudes a limpiar la cabaña, no podemos estar en un lugar si este no se encuentra limpio amor- lo dijo mientras sacudía las fotos de mi padre el único recuerdo que nos queda después de que se fuera muy lejos. –Claro mamá dime ¿en qué necesitas mi ayuda?- no es que yo tuviera tantas ganas de ayudar, pero lo que necesitaba era alejarme antes de que comenzara con sus recuerdos y empezara con lacantaleta de que buen hombre era aún no sé porque se tuvo que ir.
-Ven sube a la escalera y limpia bien la parte de arriba, no te puede quitar tanto tiempo-, bien no me podía llevar tanto tiempo pero, tampoco tenía ganas de hacerlo. –Claro mamá- de inmediato tome uno de los trapos que se encontraban cerca el cual no me percate que estaba mojado, por lo que al momento de subir las escaleras meresbale…
Sentía como de inmediato se detenía todo en la habitación y caía lentamente al piso hasta sentir un fuerte dolor en mi cabeza, pasaron unos segundos y desperté con la vista un poco borrosa en lo que lograba volver a colocar mis ideas de nuevo, de repente logro fijar la mirada en un punto vi aquello que era un cielo tan claro y azul que parecía pintado, de inmediato supe que ya no me encontraba enmi casa y mucho menos en esa sucia cabaña.
-¡Mamá!, ¡mamá! ¿Qué acaso no escuchas que tremendo golpe me acabo de meter?- de pronto me di cuenta que mi madre no se encontraba cerca y despacio me fui sentando poco a poco. Mire a mi alrededor y si fue claro que no me encontraba nada cerca de casa, de la polvosa cabaña y sentía que tampoco del planeta. Decidida camine un poco para poder reconocermínimo donde me encontraba, puedo decir que era un lugar muy bonito casi como de cuento de hadas, tenía unos enormes arboles verde con todas las frutas que te puedes imaginar, podías ver a los animalitos correr a tu lado, a las mariposas volando en grupos.
De repente escuche muy cerca un rio así que me dirigí hacia el para poder seguir reconociendo mas de ese lugar, al llegar escuche muy cerca de ahí apersonas riendo así que de inmediato corrí a esconderme entre los arbustos para poder ver si las personas que estaban ahí eran confiables o no.
-¡ja ja ja! Te aposte que podría pescar un pez más grande que el tuyo- escuche que gritaba uno de ellos, a un sin poderlos verlos –Claro tú te colocaste en el lugar donde los peces pasan en grupo como no tomarías uno- supuse que solo eran dos porque noescuchaba a mas personas, de repente los mire eran un par de personas como enanitos no causaban miedo pero tampoco se veían muy comunes no sentí que fueran malos así que me acerque poco a poco hasta llegar frente a ellos -¡Hola!- les grite –Disculpen estoy perdida y necesito saber ¿Cómo llegar a mi casa?- los dos enanitos me vieron como si jamás en su vida hubieran visto a alguien como yo después sedieron la vuelta y salieron corriendo muy rápidamente, dentro de mi decía -¡Ay Estela supongo que ni a los seres mágicos les causas simpatía!-.
Y de pronto siento que alguien se encuentra a mis espaldas y los veo, eran los dos enanitos que habían cruzado el rio para saludarme – ¡Hola mi nombre es Pepe!- dijo uno de ellos tenía un aspecto desaliñado y algo torpe, -¡Hola y yo soy Chuncho!-...
Regístrate para leer el documento completo.