Cuento De Esp Aol



Después de manejar 9 horas, llegue al cementerio. En la entrada compré unas flores para mi abuela, y entre en búsqueda de su lápida.
Ahora, ya en el camino de piedras rojas que recorre elcementerio, me cruzo con una pareja de mediana edad. El hombre se desplaza con muletas, y la señora “debe tener algún problema de cadera”. Me digo al verla caminar.
Recuerdo la última vez que vi a miabuela, yo tenía 19 años.
Hasta entonces pasaba todos los veranos en el pueblo. En ese viejo caserón que mi abuelo construyo con sus propias manos.
En el pueblo pase momentos inolvidables veranosllenos de alegría jugando futbol, escondidas con mis primos y amigos.
No fue difícil encontrar la tumba de mi abuela, mis primos hicieron un gran trabajo –me lo habían advertido-. En una vitrinaconstruida especialmente sobre la tumba, distinguí el gran libro de cuentos.
Dejo las flores sobre la tumba y arrodillado frente a ella me pongo a llorar. Me interrumpe un niño de 8 o 9, que juega con uncamioncito imitando con la boca el ruido del motor. Juega con la tumba de al lado.
Ya no se hacen juguetes como el que trae. Yo solía jugar en la casa de mi abuela con un camioncito como ese.-¡Hola!-le digo al niño.- ¿Cómo te llamas? ¿Estas solo? ¿Y tus papas?
-Me llamo Joaquín, fueron a la entrada a comprar flores a mi hermano. Viniste a ver a la abuela?
-Así es mi abuela era muy especial noscontaba cuentos a mí y a mis primos.
El niño volvió a su camión sin dejar de hablar.
-A tus primos yo los conozco vienen seguido. No tanto como mis papás, que vienen acá todos los días, pero ellosvienen seguido. Tus primos siempre se acuerdan de ti.
Me doy vuelta por un ruido detrás de mí, la pareja que me crucé a la entrada vienen hacia nosotros.
Claro! Son sus padres de Joaquín traen florespara su hermanito.
¿Vino a ver a la abuela?- dijo el padre de Joaquín al verme-
-Si llegue hace un rato de Buenos Aire.
-¡ah!, entonces debe ser Hugo.
-Si señor.vne directo de Buenos Aires.
-Ella lo...