Cuento de terror
Estaba en pleno centro de la ciudad, en una calle lateral por donde nunca habíamos entrado.
Nuestros papás compraban los regalos de navidad en un almacén, mihermana y yo nos pusimos a explorar un poco, con la promesa de no alejarnos de ellos. Cerca, había una tienda rara. No estaba adornada como las otras, con foquitos o guirnaldas. Al asomarnos através de ellos, pudimos ver que había miles en las repisas, ¡un sueño echo realidad! No había gente la tienda estaba abandonada ¡Una juguetería abandonada y repleta! En ese momento,
Vi queme había desatado la agujeta de un tenis y me incline para amarrarla, recargándome sin querer en la puerta de ese negocio. ¡Y la puerta estaba abierta! Mi hermana y yo nos miramos ¿quetenia de malo entrar? Echamos un vistazo para corroborar si no venían nuestros papás… y entramos. Adentro olía a polvo y el suelo estaba muy sucio. Al entrar, pise una canica padrísima, eragrande y azul transparente. La recogí guardándola en mi pantalón. De repente, un grito surgió de un pasillo. Era mi hermana corrí y me reuní con ella. -¿Qué te pasa –le pregunte
Miracuantas muñecas exclamo fascinada
-de ¡De todas clases! Ella había gritado de alegría. Me tranquilicé porque, la verdad, el lugar era muy raro. Dejando ahí a mi hermana para que viera lasmuñecas, me fui al pasillo de junto, donde estaban los videojuegos ¡Guau! ¡Ahí estaban todos! ¡Hasta los que habían salido en Estados Unidos y se supone que no habían llegado a este país! Otravez un grito, pero no de alegría, sino de terror… y escuche un murmullo, como de risas malignas. Corrí al pasillo de las muñecas y mi hermana estaba pálida y solo me señalo hacia losestantes los estantes. Las muñecas habían cambiado. Todas estaban sangrando de la cara. Muchas ya no tenían ojos y sus cabezas estaban girando locamente dando vueltas. Otras habrían la boca
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