Cuento delirio

DELIRIO
El día se anunciaba con los primeros rayos del sol que se reflejaban en los cristales de mi ventana, inundando mi cuarto con un tímido color naranja. Como es de costumbre, intento levantarmey, en ese instante, recuerdo que es domingo, puedo quedarme más tiempo puesto que es el día que dedico para mí, para darme los placeres justos del último día de la semana.
Ya saboreando una vez másel sueño, me voy recostando lentamente y en ese momento, con mucho asombro veo que no estoy completamente solo en la cama. Una mujer esta plácidamente dormida y atada a mí, con un brazo rodeando micintura y el otro sobre mi pecho. Mi mente intenta en vano comprender pero finalmente llega a la conclusión de que no es más que otra de las tantas mujeres con las que intento llenar el deseo dedespertar con la persona que amo. Solo deseaba que esa mujer fuese ella, mí delirio.
Desde joven me crie en una de las familias más pobre de Choroni, estado Aragua. Era un pueblo turístico, rodeado dehermosas playas y grandes extensiones de tierras donde los campesinos de la zona cosechaban el mejor café y cacao de Venezuela. Mis amigos me solían llamar el “correcaminos” por mi picardía con losextranjeros que guiaba por todo el pueblo dando a conocer nuestra historia. Mi sueño, era convertirme en uno de ellos, viajar por todo el mundo y tener mucho dinero para complacerme en los más mínimosantojos.
Fue en aquel pueblo, donde pase los días más felices de mi vida. Allí conocí a la persona que más he amado en toda mi vida, a parte de mi madre, mi delirio. Era la mujer más parecida a un ángelque yo pueda recordar, hasta el maravilloso y particular aroma de su piel era angelical, un aroma que sin duda alguna desde hoy puedo reconocer entre millones de aromas. No obstante, también fue allídonde encontré mi boleto a un mundo lleno de lujo y placeres. Amanda era o es su nombre, no supe más de ella. La conocí un día de los tantos en los que fui guía turístico. Ella era francesa y...