Cuento: el árbol del encadenado.

El árbol del Encadenado.
Daniel Rincón.

Haak tuvo un sueño. Un ogro le pedía que fabricara una mandolina, pero no con madera de un árbol cualquiera, sino madera del "Árbol del Encadenado".Cuenta la historia que en algún lugar de Escocia en medio de un extenso río, floreció un árbol. La gente sólo hablaba de él, incluso llegaron a pensar que se trataba del hijo del Árbol de la Vida,aquel cuyos frutos prohibió Dios a Adán y Eva en medio del Edén. Sin embargo, el Árbol del Encadenado no abastecía de sabiduría ni entendimiento al que comiera de sus frutos, había algo más; enfermaba depsicosis a todo aquel que se acercaba, 6 pasos alrededor de él bastaban para enloquecer al que intentaba tocarlo; nunca nadie lo había hecho, más era lógico que pensaran que mataba a aquel quecorriera con esa suerte.

El espíritu encadenado al árbol despertaba con la cercana presencia de alguna alma perdida, más volvía a dormir al enloquecer al desdichado que se atrevió a despertarlo. Ese erael castigo, decía la gente.

- ¿Una que? -gritó Mir sorprendido.
- ¡Una mandolina, y con madera del Árbol del Encadenado! -dijo Haak desganado y fijando la vista al piso.
- Amigo mío, eso esimposible -Contestó Mir. Aún sabiendo que soñar a un ogro es de muy mal presagio.
- No tengo alternativa -dijo Haak, mientras seguía con la mirada perdida y terminaba de morder la última uña de sus dedos.Una semana. Dos semanas. A la tercera semana Haak cerraba un trato con un mendígo que vivía en una choza cerca del río.
- ¿Cómo harás para conseguir la madera? -preguntó con asombro.
Silencio.- ¿Me escuchas? Haak observaba al hombre, que al parecer había tocado el árbol antes, pues no se veía del todo sano mentalmente.
- Soñé a un ogro -. Por fin rompió el silencio y puso la miradafijamente en Haak. Me propuso un trueque, comida por madera.
- ¿Para qué querrías tú madera? -preguntó intrigado.
- ¡Para después hacer truque contigo! -gritó el hombre mientras sonreía. Todo se...