Cuento "El almuerzo de los domingos"

El almuerzo de los domingos
El almuerzo de los domingos es una tradición en mi familia. Nos juntamos todos los primos, tíos, abuelos y hermanos y pasamos la tarde juntos. Por alguna razón a todos los tíos les gusta cocinar, creo que lo heredaron de la abuela, así que la mesa siempre está llena con miles de platos deliciosos. Siempre nos reunimos en la casa más grande, la de los abuelos,quienes tienen toda una pared llena de cuadros, uno para cada uno de la familia, como un árbol genealógico gigante. Me gusta mucho mirarlo. Durante la sobremesa, cuando los adultos se ponen a conversar sobre “temas de adultos que no voy a entender” nosotros nos vamos a jugar. Las chicas con las muñecas porque no son tan fuertes ni rápidas para jugar a las chapadas con nosotros, e igual cuando lo hacennosotros siempre ganamos.
En el almuerzo anterior, justo cuando comíamos la mazamorra morada que había preparado mi abuela, ¡a Jaimito se le cayó el plato al piso y se rompió! Mi tío Jaime se transformó y dijo palabras que yo ni siquiera conocía pero por su tono de voz supuse que eran malas. Me asusté. La abuela defendió a Jaimito, le dijo que vaya nomás a jugar, que no había pasado nada. “¡Yo secómo educo a mis hijos así que no te metas carajo!” Eso fue lo último que escuché antes que nos mandaran al cuarto de juegos. No se qué mas hablaron pero a la hora de despedirnos la abuela estaba con los ojos llorosos.
Ya van más de cuatro domingos y todavía no juego con Jaimito. Es más, el tío Cucho, como nunca, preparó falsa liebre y los cuadraditos de miel que solo los comemos en ocasionesespeciales. La abuela está con más ojeras que nunca. Y los divertidos chistes del tío Jaime ahora han sido remplazados por las anécdotas de juventud del abuelo. Los domingos ya no son igual que antes, pero todos actúan como si nada hubiera pasado.
Este domingo el tío Pepe, el solterón, cumplió 50 años. Le hice un dibujo de soldados y mi mamá le regaló un perfume con el cual podría conquistar acualquier chica. “No es necesario Julie, hace unas semanas que estoy saliendo con una amiga y creo que me estoy enamorando.” El tío Pepe contrató a un grupo de mariachis que estuvo cantando hasta la noche. Después de jugar escondidas nos pusimos a ver como bailaban y cantaban todos los adultos. Era muy gracioso, ¡nunca los había visto así!
Domingos después, al tío Cucho lo despidieron de tu trabajo,no se por qué, pero gracias a que mi mama rezó todas las noches, consiguió otro mejor. Un domingo nos lo dijo: “¡Me han ofrecido ser editor una revista de mucho prestigio en Latinoamérica!” Ese día los adultos tomaron champán para celebrar, pero no duro mucho porque el domingo siguiente el tío Cucho tuvo otra noticia que contar: “Betty, Laura, Jorgito y yo nos vamos a mudar a Argentina. Mi nuevojefe ha dicho que si quiero trabajar con él tiene que ser allá. Así que en un mes nos iremos.” Y el quinto domingo después de ese, se sintió otra vez un vacío en el aire y una falsa actitud de que nada había pasado.
Al solterón tío Pepe ya tampoco lo vemos. Se caso con la rubia y se olvidó de nosotros. Cada vez somos menos en el almuerzo de los domingos. Ya no hay tanta comida como antes. Laabuela sigue cocinando su pollo al horno y mi mamá sigue llevando su cheesecake de fresas pero ya no se escuchan las risas, los correteos, las copas y los cubiertos de 20 personas hablando al mismo tiempo. El pelo del abuelo ahora está completamente blanco.
Hace 2 domingos mi hermana Úrsula entró a la universidad. Y con la excusa de que le dejan muchos trabajos tampoco esta yendo últimamente a lacasa de los abuelos. Ahora somos solo mis papás, mis abuelos y yo. Como no hay nadie de mi edad, ahora también soy parte de la sobremesa, ya soy lo suficientemente grande para entender las charlas de adultos.
Ya cumplí 18 años y ahora entiendo al tío Pepe cuando dijo que se estaba enamorando, me está pasando lo mismo. Es mas, creo que ya estoy enamorado. Ella se llama Mercedes. La he invitado al...