cuento el saludo

CUENTO:
“ EL SALUDO”

En una calle poco transitada, me encontraba caminando con las manos en el bolsillo y la cabeza mirando hacia la banqueta siempre pensando en la desgracia que está pasando por mi vida; sin dinero para la comida, no tener dinero para una mejor vida, -el dinero, el dinero, el dinero, siempre el dinero- me preguntaba una y otra vez sin darme cuenta delrumbo que llevaba, lo único que se escuchaba era el sonido de mis zapatos sin tapas que retumbaba en esa banqueta ancha y gruesa de cemento. Al dar un paso me tropiezo con una lata, al verla, mi primer instinto fue de patearla con la intención de descargar todo mi coraje, frustración o no sé qué pero que traía muy dentro, como esas cosas que queman en el pecho y no sabes como apagarla,simplemente queman y queman. Pero en ese justo momento algo me detuvo, levanté mi cara y me di cuenta de lo lejos que me había retirado de mi casa, no sé cuantas cuadras, manzanas o colonias pude haber caminado con la mirada perdida y con mi cabeza fraccionada en mil pedazos todo esto como consecuencia de haberme quedado sin trabajo. Abrí mi boca con la intención de dar una buena bocanada de aire parasimular por lo menos un suspiro, para justificar mi andanza que en la realidad era una actitud de resignación al no poder dar una solución a los problemas por los cuales estaba pasando y mientras seguía navegando en mis pensamientos se acerca un humilde anciano y con voz temblorosa, y porque no decirlo, hasta cierto punto temerosa, dice:
–Disculpe señor, ¿no le molestaría si tomo esta lata queesta frente a su pie?-
Le observé sus ojos tristes y cansados de color café oscuro y completamente amarillosos donde debería ser blanco, sus ropas, o mejor dicho harapos, mal olientes y su bastón viejo y desquebrajado apunto de ya no sostenerlo; le contesté:
- claro, puede tomarla-. El pobre hombre como pudo se agachó frente a mí para recoger la lata y al momento que logró tomarla, penséque en esa lata iba a descargar mi coraje, frustración e incluso, parte de mi sentimiento y que al final de cuentas ni siquiera la golpeé ni mucho menos la aplasté, pero peor aún, ni siquiera tuve la amabilidad de agacharme a recogerla y dársela en la mano al pobre hombre.
Ya incorporado el anciano de sus labios partidos e hinchados por el frío, brotaron un par de palabras y mirándome alos ojos dijo: –gracias- y quiso soltar más palabras a través de su garganta ronca y cansada, sin embargo sentí que las detuvo al ver mi falta de interés por su persona. A pesar de ello pude ver a través de sus ojos que quiso expresar más palabras y que posiblemente serían: gracias buen hombre o gracias caballero, gracias distinguido y quizás todo junto, gracias buen hombre caballerodistinguido; pero en la realidad eso era lo que yo hubiera querido ser pero que nunca lo fui. Antes de que se retirara metió su lata en una bolsa mal oliente por la mezcla de olores de los residuos de otras latas que ya llevaba dentro que para él significaba todo un tesoro ya que posiblemente de ahí iba a obtener una mísera parte de dinero para poder comprar sobras de comida que quien sabe con cuántaspersonas tendría que compartir. Después de cerrar la bolsa me extendió su mano para darme las gracias amablemente y en ese instante clavé mi mirada en esa mano sucia con un guante viejo y roto de los dedos y completamente oscuro, no se distinguía si era café o negro por lo sucio que estaba, el sintió mi rechazo y suavemente fue bajando su pobre mano vieja y cansada.

Tuve una sensación queme cayó como un balde de agua fría que recorrió todo mi cuerpo y aparecieron imágenes en mi mente de aquel hombre elegante con anillos y esclavas de oro por el cual yo me desvivía por querer estrechar su mano al sentirme alagado por su amistad, la cual se traduciría como poderío; sin embargo todo era un mundo de falacia, pues esos saludos fingidos fueron dados viendo una posibilidad en mí de...