Cuento Horacio Clemente
Pablo era un buen chico. Pero la vecina no opinaba lo mismo. Claro que había mucha diferencia de edad: Pablo tenía 10 años y la vecina 50.
A Pablo legustaba jugar a la pelota. A la vecina, no. Cuando volvía del colegio, después de hacer los deberes, el chico subía a la terraza de su casa y se ponía a patear contra la pared. De esa manera la paredse convertía en Maradona, Kempes, Bochini, etc. A veces, el murito no atajaba, o sacaba el córner, o rechazaba a la bartola y la pelota caía en la casa de la vecina. Y la vecina gritaba como Lorenzoo como Labruna cuando van perdiendo (también fumaba como Menotti). Entonces agarraba la pelota (peso y medida reglamentarios), se la llevaba a su cuarto y cuando Pablo bajaba para pedírsela sacabatarjeta roja de toda su rabia y lo expulsaba de su casa.
- Señora, ¿me da la pelota? -decía Pablo cada vez que se le caía.
- Ya te dije que soy señorita -decía la vecina- y no te doy nada. Me rompisteuna planta con tu pelota, me golpeaste en la cabeza, me ensuciaste la pared. ¡No te doy nada!
Normalmente pasaban una, dos y hasta tres semanas antes de que la vecina decidiera devolvérsela. Porque adecir verdad, al final se la devolvía. Aunque con tantas maldiciones y gritos que todo era un martirio. Además Pablo debía escuchar los reproches de sus padres, pues más de quinientas veces le habíandicho que no tirara la pelota a lo de la vecina.
Pero el fútbol es así: una pasión irrefrenable.
Un día -otro día- la pared rechazó violentamente y la pelota fue a parar a las tribunas, es decir, a lacasa de la vecina. Justo cuando ésta se había sentado en el jardín a tomar el té. La pelota cayó sobre el pasto, como siempre. Pero ella, como siempre, mintió: "Me rompiste una planta. Me golpeaste enla cabeza. No te la devuelvo más". Y escondió la pelota. "Chico mal educado -pensaba-, chico sinvergüenza, chico de porquería."
Esa noche la vecina no podía dormir. Había quedado muy enojada con...
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