Cuento infantil

¡Yo te Curaré! Dijo el pequeño Oso.

Una vez el pequeño tigre salió del bosque cojeando, ya no podía andar más, ni ponerse de pie, y se cayó al suelo. Y allí se quedó tumbado en mitad del bosque.


Inmediatamente llegó corriendo el pequeño oso y gritó:
-¿Qué te pasa tigre, estás enfermo?
-¡Ho sí!, estoy enfermo- exclamo el pequeño tigre- ya no puedo casi ni moverme.
-Tampoco es tangrave- dijo el pequeño oso- yo te curaré.
El pequeño tigre no había recogido ningún hongo ni había escrito durante la excursión ninguna carta al pequeño oso y ni siquiera había arrastrado su patita.
-¿Por dónde te duele más o menos?-preguntó el pequeño oso-¡A ver!
-Aquí- dijo el pequeño tigre y señalo la patita.
-Y también la otra pata. Y las piernas también, y delante y detrás y a la derecha y ala izquierda y arriba y abajo.
-¿Por todas partes?- preguntó el pequeño oso- entonces te tendré que llevar.

Y se lo llevó a casa.
-Pero tú tienes que vendarme- gritó el pequeño tigre.
-Claro que sí- dijo el pequeño oso, y en casa tumbó al pequeño tigre sobre la mesa como un médico de verdad.


-Primero la pata- dijo el pequeño tigre, y el pequeño oso le vendó la pata primero. Una pata ydespués la otra.
-Ahora las piernas- dijo el pequeño tigre. Y el pequeño oso le vendó las piernas.
-¿Y ahora dónde?
-La espalda- dijo el pequeño tigre.
Pero cuando se venda la espalda también hay que vendar el pecho. Así, el pequeño oso le vendó la espalda y el pecho. Y como la venda no se acababa vendó el pequeño tigre de arriba abajo.
-La cabeza no- dijo el pequeño tigre-porque a lo mejortengo que toser un poco.










Cuando el pequeño tigre ya estaba vendado se encontró un poco mejor.
Pero después se volvió a encontrar un poco peor porque también tenía hambre.
-Te cocinaré algo bueno- dijo el pequeño oso- dime cuál es tu plato preferido.
-Milanesa de pollo con papas fritas y espagueti.
-No tenemos-dijo el pequeño oso- di otra cosa.
-Macarrones con queso y pollorostizado- dijo el pequeño tigre.
-Tampoco tenemos- dijo el pequeño oso- di otra cosa.


-Espagueti- dijo el pequeño tigre, pero no tenían ni eso.
-Entonces di: ¡Sopa!- dijo el pequeño oso.
-Sí, sopa- exclamó el pequeño tigre-eso es justo lo que quería decir.
-Y de postre, pequeñas frambuesas del jardín-dijo el pequeño oso.
Entonces cocinó una sopa sabrosa de fideos. Le añadió un poco dequeso rallado.


Y cuando se lo comió, el pequeño tigre se volvió a encontrar un poco mejor.
Pero después se volvió a encontrar un poco peor porque quería dormir tranquilamente.
-En la cama- dijo el pequeño oso.
-En el sofá de terciopelo con las almohadas grandes- dijo el pequeño tigre- pero tapado con la manta rayada.
Y el pequeño oso acostó al pequeño tigre en el sofá de terciopelo de lasalmohadas grandes y lo tapó con la manta rayada.
Y el pequeño tigre durmió un rato.
Cuando se despertó se volvió a encontrar un poco mejor.
Pero después se volvió a encontrar un poco peor porque quería tener visitas.


El pequeño oso se fue al jardín y por el teléfono de manguera llamó a la tía gata para que viniera un rato a ver al pequeño tigre.

-Sí, ¿quién habla? ¿Es la tía gata?-Sí, aquí gata. Puedo escucharte muy bien. ¿Quién es?
-Oso. Soy el pequeño oso. El tigre está enfermo, pero yo lo curaré...
-¿Qué tigre?- preguntó la tía gata.


-Pues, ¡Nuestro tigre!-grito el oso.
-Ah, entonces, ahora mismo voy para allá… - y en un segundo estaba allí la tía gata. Había corrido sobre el campo para llegar rápido.

-Le he traído té de nube- dijo la tía gata- que es bueno paratodo y nunca se sienta mal.
Después de haber bebido un vasito de té de nube el pequeño tigre se volvió a encontrar un poco mejor.
Estaba muy contento de tener visitas y en especial porque era la tía gata que era una tía muy buena y consentidora con todos y sobre todo con los enfermos.

La tía gata les dijo que el pequeño tigre tenía que ser revisado.
-Entonces tienes que ser revisado,...