Cuento inventado

El chelista







oy un chelista y con orgullo te lo digo, pero lo que me causa orgullo no es que sea uno, si no, como llegue a hacerlo, mi nombre no es necesario mencionarlo pero te diréque de antemano me conoces y como no conocerme después de tanta publicidad, en las calles, la radio, en cada medio de comunicación, anunciando mis conciertos.
Pero mi deseo no es contarte que es loque fi, me refiero así ya que tal vez para cuando alguien lea esto, mi vida me haya abandonado.
Mi enfermedad es atroz, con la poca fuerza de mi mano y un gran empeño escribo estas líneas, estagarganta me impide hablar, estas piernas moverme, el tiempo se ha encargado de convertirme en un parasito invalido a mi 65 años, pero como podría yo haber sabido, que lo único que me heredo mi madre, fueesta enfermedad que tanto repudio.
Tal vez llegues a pensar al verme hoy que toda mi vida fue así, pero estas equivocado, yo jamás fui el niño con padres acaudalados, de colegio con ropa entallada, conlos mejores profesores de música, yo solo era un huérfano más.
Gran parte de mi vida la pase en el orfanatorio, con la madre Consuelo, quien era una muy buen mujer, criada en ese mismo orfanatorio,además era la persona que me encontró, así es, me dijo que yo aparecí una noche de 1842 lluviosa y fría, donde el viento no tenía presencia, solo eran gotas de agua en un silencio iluminado por la lunade aquella noche, dice que alguien toco a la puerta pero cuando ella salió, no alcanzo mirar a nadie, solo a un canasto frente aquella gran puerta.
Años después en 1850, una mujer llego alorfanatorio, una mujer muy hermosa y delicada, sin embargo con una mirada que reflejaba las cicatrices de tiempos difíciles, la recuerdo muy bien porque ella decía ser mi madre, tuvo en varias ocasionesdiscusiones con la madre consuelo, pero aquella mujer siempre salía con ojos llorosos después de una discusión con ella, su nombre era Abigail Gonzales De los santos, lo sé por qué un día a escondías...