Cuento Macabro

Era una fría y oscura noche en Cheshire, Inglaterra.
Una chica observaba lo que había fuera de la ventana, analizaba todo: aquel gran jardín, lleno de colores, el farol que alumbraba débilmente aquel lugar.
Esbozo una gran sonrisa, mañana sería un día muy especial, al fin podría tomar venganza de aquellos que le quitaron todo.
Decidió dormir y descansar, mañana sería un día muy ajetreado.Esponjo un poco su almohada y se metió en las blancas sabanas, cayendo rendida, al tratar de planear todo, para que fuese un día perfecto.
¡Al fin!, el día había llegado. Hoy comenzaría el pequeño “Juego de Supervivencia” en aquel hospital psiquiátrico.
Las voces en su cabeza la llamaban, le decían tantas cosas, pero se concentró en escuchar a Calipso, su gran amiga y consejera. La voz de Calipso lallamaba constantemente, sabía que la hora había llegado.
Tomo el cuchillo que había robado de la cafetería del hospital y lo guardo debajo de su bata blanca, no sin antes, admirarlo con detenimiento. El metal plateado, en el cual, podía ver su reflejo; el mango color negro, tan fuerte para poder sostenerse con fuerza.
Camino fuera de su habitación, con pasos sigilosos, iba en camino hacia el jardínprincipal de aquel hospital. Caminaba sin prisas, disfrutando de cada momento, su cabello liso y rojizo se movía débilmente, mientras que sus oscuros ojos café, buscaban a la primera víctima.
Llego al jardín, decidida, el juego había comenzado y nadie podría para con ello.
Se acercó hacia Will. Aquel chico se encontraba sentado, mirando hacia la nada… pobre de él.
Katherine sacó con cuidado aquelcuchillo y lo tomo entre sus pálidos y delgados dedos.
Se acercó lentamente al chico, como un tigre cazando a su presa, y ocurrió.
Tapo la boca de Will con sus manos y lo arrastro hasta un lugar en el que nadie pudiese escuchar sus gritos de dolor. El chico se retorcía inútilmente, tratando de liberarse, pero era imposible.
Katherine llevo a aquel chico hacia el patio trasero, el cual estabadescuidado, a causa del tiempo.
Dejo al chico tirado en el pasto amarillento y seco. Will se giró para verla, pero ella fue más rápida. Las voces en su cabeza le gritaban: ¡Vamos, mátalo, que la sangre deje de correr por sus venas!
El chico quiso gritar ante la macabra sonrisa de la chica. Ella coloco un pie sobre la garganta de Will, para evitar que gritase, se acercó a su rostro, el cabello deKatherine caía sobre la cara de Will, quizá, el cabello rojizo de la chica era lo último que iba a ver.
-Shh…-siseo ella.
Su cara estaba deformada, a causa de su sonrisa, en cada una de sus mejillas, poseía unas extensas marcas de cortaduras, la cuales ya habían sanado y su piel blanca las hacia lucir aún más terroríficas y hoscas a la vista.
Will intentaba salvarse, pero era en vano. Katherine comenzóa reírse sonoramente, mientras abría de par en par sus ojos, era una risa estridente, pero llena de venganza y horror.
Tomo el cuchillo de manera decidida y lo metió en la boca del chico, el cual al sentir el filo de aquel objeto punzocortante rasgar sus garganta, soltó un leve chillido de dolor.
-Oh, mi querido William, no debiste matar a mi hermano menor…-dijo ella, mientras veía al chicollorar debajo de su pie izquierdo.
De manera decidida, comenzó a hundir aquel cuchillo lentamente en la garganta de Will. La sangre comenzó a salir a borbotones del cuello pálido del chico, el cual trataba de frenar el movimiento de la mano de Katherine, poniendo su mano sobre la muñeca de la chica.
La voz de Calipso regreso a su mente: “Entierra el cuchillo hasta el mango, hasta que veas como el almaha salido de su cuerpo…”. Katherine siguió aquel consejo y siguió enterrando el cuchillo, sus manos estaban manchadas de sangre.
El chico seguía moviéndose ante el dolor y la desesperación, pero todo fue en vano. Katherine pudo notar como los ojos de Will se abrían de par en par, observándola.
Lo último que William vio, fue la macabra sonrisa de Katherine y sus oscuros ojos, los cuales estaban...