Cuento: Otra vez será

OTRA VEZ SERÁ
Tendría dieciséis años en ese entonces, era el año 2000 –no se acabó el mundo y cursaba la preparatoria, la gran noticia en ese octubre era que ¡Café Tacvba se presentaría de manera gratuita en el Cervantino!No me lo podía perder. Pero ¿cómo diantres le iba a hacer para ir a Guanajuato a verlos si ni siquiera tenía dinero? Algo saldría.

El plan fue muy simple: conseguiría unpoco de efectivo, digamos lo básico para
poder regresar en camión. Junto con unos amigos nos saldríamos de la escuela
más temprano, llegaríamos a la orilla de la ciudad y pediríamos ride, al fin y al
cabo era tan común en esos días de octubre pedir aventón de León a Guanajuato,
y por supuesto lo conseguimos.

Café Tacuba nunca se había presentado dentro de un Festival Internacional
Cervantino,con diez años de formación y buena fama precedida, había que llegar
temprano para poder alcanzar lugar en ese concierto gratuito que se realizaría en
la Explanada de la Alhóndiga.

Cómo olvidar cuando uno de mis amigos pidió lo elevaran por encima de los
cientos de entusiastas que bailaban y gritaban, aun sin empezar el concierto, todo
iba bien hasta que repentinamente lo dejaron caer −¡quémadrazo!− dijimos, pero
estaba bien; fuera de unos raspones, solo necesitaba un poco de descanso.

Lástima, ese amigo ya no disfrutó al cien el espectáculo de los tacubos. Fue un
gran concierto que marcó el soundtrack de mi vida, ya que si grabados me
gustaban, en vivo me enamoraron.

Pasaron los años y acudí a cuanto concierto de Café Tacvba se me atravesó, la
desventaja de vivir en“provincia” era que no había tantos ni tan frecuentes como
los fanáticos quisiéramos; así que cuando escuché que regresarían al Cervantino
en 2008, ni más ni menos que con el honor de clausurar el festival, me emocioné
bastante y me propuse, además de estar más que presente, conocerlos.

Mientras leía y releía el programa, más ganas me daban de vivir en Guanajuato
−Ely Guerra, Instituto Mexicanodel Sonido, Café Tacuba… a fuerzas que no me
los pierdo−, y seguía leyendo −La Orestiada, Pilobolus Dance Theatre, The
Aluminium Show, Sarruga… no sé que sea pero suena bastante interesante− me
decía, ya que desde hacía unos ayeres era un amante de las expresiones
artísticas.

Solo había un inconveniente, justo ese mes cuando conocí el programa, quedé
desempleado, pequeño gran detalle queno me dejaría acudir a casi nada de lo
que quería ver, −¡Maldito dinero, otra vez molestando con su ausencia! Piensa,
piensa… ¡ya sé!− Y fue entonces que busqué trabajo en el FIC.

Como novato que era no sabía de los usos y costumbres de la ciudad de
Guanajuato, así que en mi primer intento de llevar currículo, fallé, ya que cerraron
las oficinas a medio día debido a una de las tantasfestividades cuevanenses que
existen −mala señal− pensé, −tal vez debería dedicarme a buscar un empleo
formal, además eso de venir acá me quita los pocos pesos que me quedan−.
Luego de consultarlo con la almohada, decidí darme otra oportunidad y buscar ese
empleo en el Cervantino. Así que en la segunda oportunidad sí encontré abierto y
pude, además de dejar currículo, ser entrevistado.

¿De quépodría trabajar? Mínimo de anfitrión de artistas, ¡claro! Era lo más
factible, además mi perfil y anterior trabajo lo haría más fácil. Así que sin saber
bien a bien de qué trataba, entré al equipo FIC, eventual, pero ya estaba dentro
para esa 36ª edición, con la responsabilidad de “anfitrión de críticos”.
Un anfitrión en el ámbito de los festivales, es el encargado de hacer más fácil yagradable la visita y actuación de los artistas participantes, sin embargo, un
anfitrión de críticos, era algo un poco distinto. Mi labor sería atender a la “prensa
especializada”, extraños personajes que deben ser parte de todo festival “digno de
llamarse Internacional”, pero que en realidad, luego de la experiencia lo resumiría
como: gente que les pagan por despotricar, por decirlo de una...