cuento para literatura

Había una vez un hombre conocido por todos como el señor de los camellos, su trabajo ameritaba el apodo ya que se encargaba de alimentar y dar de beber a dichas bestias; era muy apreciado por sus clientes.

Todos hombres viajeros que llegaban a este pequeño pueblo llamado Bereber y significa “Lugar de Dios”, conocido por ser una comunidad creyente de muchos milagros y que a pesar deencontrarse en medio del desierto era un pueblo prospero y feliz, su comida era muy exótica compuesta de escorpiones, arañas, escarabajos Goliat y otra gran variedad de insectos, la mayoría de las personas del lugar atendían posadas o trabajaban en los restaurantes de la zona mas transitada, los viajeros llegaban para reponer las energías perdidas y compartir la infinita cantidad de historias con la gentedel pueblo, así como también con los demás hombres que estaban de paso.

El señor de camellos, era un hombre de complexión fuerte y tez morena pero al mismo tiempo tenia en su rostro el semblante despreocupado y paciente que lo distinguía entre todos los demás cuidadores, su nombre era Farid, tenia 4 hijos varones y Jade, la mujer escogida por sus padres para ser su esposa desde elnacimiento, para su fortuna se criaron muy cercanos y al llegar el momento de la boda realmente eran el uno para el otro; ella de una delgada figura y los ojos grandes como todas las mujeres árabes, era tierna, pero estricta con respecto a la crianza de los hijos.

Mojamed el mayor de ellos aprendía vivazmente el oficio de su padre, aunque aun le faltaba mucho tiempo para alcanzar la experiencia deFarid; el segundo llevaba el nombre de su abuelo materno Sadam que era muy joven para interesarse por algo en especifico, solo ayudaba en lo que su madre necesitaba en casa ya que se sentía demasiado grande para jugar con sus otros hermanos; el tercero llamado Hosama tenia 15 años y en cuanto terminaba el desayuno se perdía en los libros viejos que su padre llevaba a casa de vez en cuando, la mayoríacomo obsequio de sus agradecidos clientes; y por ultimo Rajú el mas joven de los muchachos, también el mas simpático y alegre de todos, Rajú un chico de trece años vivaracho y platicador que gustaba de ir a la plaza donde se reunían los mercaderes que venían del desierto para vender semillas, telas, aceites, etc.

Ellos siempre alardeaban la gran cantidad de aventuras que les sucedían durantesus múltiples viajes, algunos narraban los hermosos paisajes que dibujaba el atardecer en el desierto, otros las terribles tormentas de arena y la extraordinaria manera en que salieron con vida de ellas, los peligros encuentros con animales salvajes, algunos también revelaban haber encontrado el amor y muchos increíbles momentos que pasaban durante su viaje.

Rajú aprovechaba cualquier mandadode Jade para ir a escuchar todas las aventuras que los viajeros tenían cada día.

Una vez hablaron de como se habían perdido en el desierto y como una serpiente los guió de vuelta al camino, en otra ocasión narraron la vez que una tormenta de arena casi los entierra vivos; así fueron tomando la palabra cada uno y todos escuchaban pacientes sin interrumpir esperando así su turno.

Rajúescuchaba una historia tras otra y mientras pasaban las horas se olvidaba de todo a su alrededor, hasta que su padre o alguno de sus hermanos enviado por su madre llegaba a buscarlo para que regresara a la casa.

– ¡Vamos Rajú! Mamá esta muy preocupada por ti y también molesta, hace horas que te mando a buscar el pan para la cena.- dijo Sadam llevándolo del brazo casi a rastras.

Con la emocióntodavía a flor de piel llegaba a su casa con una gran sonrisa a contarles a sus hermanos lo que había escuchado, se sentía tan excitado que ni siquiera dejaba que su madre lo reprendiera, antes de que le dijera cualquier cosa, comenzaba a contarles todo con lujo de detalles.

Sus hermanos por momentos sonreían y siempre mostraban interés por lo que el chiquillo les platicaba, algunas veces lo...