Cuento policial

Era un día como todos. Estaba en la cafetería que concurro normalmente, en el Centro de la ciudad de Buenos Aires; mi trabajo era de detective. Thomas Boris es mi nombre, soy un hombre de unos 42años, con mucha experiencia en mi trabajo de detective, (solitario, extravagante y muy persuasivo). Yo normalmente tomaba mi café como todas las mañanas, antes de comenzar mi turno, mientras leía elperiódico, vi una noticia que me impacto; que decía:
“Desapariciones en la ciudad, un misterio sin resolver”, es un caso muy preocupante para los ciudadanos que los tiene alarmantes. Hay muchas denunciasde personas que no saben de qué manera desaparecieron sus familiares. Muchos policías y detectives no saben bien quien o quienes son los culpables de este caso. Por el momento se seguirá investigando.En ese momento vi a un encapuchado, era un ladrón que había robado.
Lo perseguí hasta que entro a una fábrica (abandonada), el lugar era gigante y lo busco por un largo rato. Encuentro el sótano,era muy chico solamente había lugar para dos personas, estaba a oscuras hasta que me caí y prendí la luz. Me quede shockiado al ver que en el lugar había cadáveres de mucha gente tal vez ocho o nuevepersonas.
Salí corriendo impresionado por lo que vi. Volví al despacho y le dije a mi colega lo que había descubierto.
Yo tenía que averiguar que pasaba, porque había tantas personas muertas ahíadentro.
Al día siguiente fui a la escena del crimen y volví a ver al encapuchado, esta vez se dirigía a una casa, lo perseguí sin que me viera, me metí adentro de la casa y atrape al hombre pero…
Medi cuenta de que no era el culpable, solo era alguien con ropa parecida.
Al día siguiente estuve con mi colega porque le íbamos a hacer una trampa al asesino dejando una persona afuera vigilándolay así atraparlo cuando viniera. Estaban cuatro personas vigilándolo, esas y la que hacía de carnada desaparecieron sin dejar algún rastro.
Estaba seguro de que las personas que fueron capturadas...