cuento Sacerdotisa

LA AVENTURA DE VIVIR
Érase una mañana tranquila, había salido el sol, el calorcito típico de Chepén acogía la mañana, los cielos se despejaban y el brillo llenaba la ciudad. Todo eso unido al acostumbrado día que me esperaba, igual que al de ayer, al de antes de ayer y el de todos los días. Pero ese día presentía que sería distinto, me levanté de la cama y me dirigí a alistarme, algo medesconcertaba.
Al desayunar analicé bien qué era lo que sentía realmente y al comer esos huevos fritos recordé mi infancia, y tras mi infancia, todos mis sueños, mis ilusiones, mis expectativas, mis deseos, mis experiencias y muchas otras cosas que sólo quedaron en el pasado. Me sentí frustrado, recordé todo lo que siempre quise ser y me di cuenta que la rutina y otros factores habían alterado mi vida,aquello que me hacía feliz, ahora sólo acompañaba a un montón de sueños olvidados.
Necesitaba algo, aquello que me devolviera la vida, un poco de diversión, sólo eso; pues con el paso de los años me alejé de todo aquello que siempre quise, y eso por escuchar a los demás y no a mí mismo. Esos comentarios que me decían que nada funcionaría, o que no me iría bien, encerrándome y alterando misdecisiones con el pensamiento de lo que me gusta o lo que me conviene. Pero sabía que fuera de toda esperanza, al abrir la puerta y salir, encontraría lo mismo: mi trabajo y un montón de sueños frustrados.
Caminando por la vereda hacia mi trabajo, seguía con el pensamiento que me había dejado en ese largo desayuno y como era temprano decidí tomar un camino largo. Pasé por todos los lugares donde depequeño jugaba, sobretodo el Parque Infantil, hoy muy cambiado y remodelado. Recordaba también cuando jugaba en las casas aún no construidas, me gustaba cavar, yo era todo un arqueólogo, me sentía como Christopher Donan o Jorge Castillo, aquellos que en ese entonces se escuchaban hablar mucho por aquí, aquellos que hicieron un gran descubrimiento en este distrito: la Sacerdotisa de San José deMoro, una de las mujeres más destacadas del pasado.
Entonces, también recordaba cómo me gustaba escuchar sobre esa mujer, pues había escuchado de muchos hombres importantes en la historia, pero de muy pocas mujeres y más aún que tenía evidencias de una muy cercana, aquellas noticias, descubrimientos y todo lo que era anunciado me lo sabía y me gustaba crear mis propias conclusiones.
Habíallegado a mi trabajo, estaba en la puerta y, no dejaba de pensar en todo lo que desde niño ansié y de grande cambié. No quería entrar, por primera vez en mucho tiempo, me quise rebelar, era sólo un día, diría que estaba enfermo o algo por el estilo, sólo necesitaba un día, tenía que ir, ver otra vez aquel lugar que me hizo feliz tantos años de mi infancia, San José de Moro.
Tomé una moto-taxi y medirigí al paradero, estaba decidido, tomé el micro que estaba por salir, no me importaba nada, era el momento de sentirme vivo otra vez, vivir lo que extrañaba. Llegando a ese lugar, no recordaba cómo era, ni lo que conocía y me aventuré por el primer camino que encontré, me desviaba por distintos lugares, y aseguro que me perdí.
Ya era muy tarde, no sabía ni qué hora era, sólo veía tierra y derepente divisé un lugarcito y al fondo muchos árboles, caminé tratando de acercarme, cuando de pronto , no sé cómo ; pero caí por un agujero, una especie de túnel. Cuando llegué al final de éste, yo estaba lleno de tierra y algo golpeado; no veía nada, tocaba las paredes, seguí caminando y de pronto, una gran luz iluminó el lugar; me mareaba mucho, todo daba vueltas para que al final, me desmayara.Desperté y vi una sombra gigante que poco a poco se iba acortando, me limpié los ojos y fui subiendo mi mirada, alguien estaba frente a mí, sentí un pánico tremendo. Era una mujer de estatura baja, de piel trigueña, llevaba collares y brazaletes poco comunes, de falda y trenzas. Mi corazón se aceleró no sabía qué hacer, algo era familiar, pero el temor de sólo ver una sombra que se movía me...