Cuento: sueños dorados

Chanteslongos era muy conocido por ser un tranquilo lugar rodeado de árboles frondosos, con hojas amarillas y rojas que sobresalían a la llegada del otoño. Detrás de este peculiar pueblo había unas dominantes montañas que lo custodiaban firmemente, eran el sitio perfecto para que el sol se escondiera al atardecer.
Santiago disfrutaba de cada momento que pasaba junto a sus amigos durante lastardes frescas, pescando en lo que antes había sido un gran río a las orillas del pueblo y que ahora no era ni la mitad de lo que solía ser. Pescar, ocupaba ahora la más llamativa diversión para los chamacos, cuando la temporada de caza había sido suficiente para ellos. La mayoría de los hombres había salido del pueblo a luchar por una guerra cuyos intereses desconocían, pero que el Gobiernoaseguraba beneficiaria a todos y traería consigo paz. Algunos meses atrás, fueron reclutados y los vieron salir en el tren una madrugada de Marzo, unos escribieron a sus familias de manera inmediata, pero otros tardaron semanas, acto que provoco la preocupación de muchos pero que termino y trajo alivio al recibir las cartas. Pero eso solo ocurrió al principio, después, ya no sabían nada de loque estaba sucediendo detrás de sus montañas. El pueblo se sentía triste por tal partida y la falta de comunicación con ellos, pero no perdían la esperanza de verlos regresar por el mismo camino hacia el horizonte de donde partieron.
Micaela y Santiago, ahora solo se tenían el uno al otro y como promesa a su padre el niño se comprometió hacerse cargo del cuidado de su madre y ser el hombrecito dela casa, difícil responsabilidad para un niño de 11 años, cuyos intereses no van mas allá que pasar su tiempo trepando árboles, brincando charcos, mojarse con la lluvia, enlodarse y jugar con sus amigos. Pero no fue solo el caso de él sino el de muchos niños que tuvieron que ocupar un lugar que no les correspondía aun, mientras la figura paterna estaba ausente.
El desconsuelo era evidente encada familia, pero nunca falto ese pequeño brillo de esperanza:
-No te preocupes mami, veras que el día menos pensado, tal ves en una soleada tarde o una fría noche, escucharemos el sonido del tren sobre las vías y mi padre vendrá junto con el papá de Carmelo y Genaro.
- Ay mijito! Dios te oiga!!!... Dios te oiga…
Santiago, se encontraba confundido, sabia que ahora el era el responsable de sucasa y que tenia que ser un soporte para Micaela, pero a su vez estaba pasando por un momento de tristeza al saber que su padre estaba lejos, corriendo peligro y que las posibilidades de que regresará eran nulas.
Mientras tanto no dejaba de consolar a su mamá, pasar tiempo con ella y darle ánimos; ella lavando ajeno y él haciendo mandados a las casas de las familias más pudientes, tratando deaprender los oficios de los viejos que por obvias razones no habían sido reclutados junto a los demás hombres jóvenes y fuertes.
Eso si, por nada descuidaba sus estudios y los momentos de diabluras que compartía con sus dos amigos, los cuales se encontraba en las mismas circunstancias que él.
- Genaro, vamos a buscar a Carmelo para ir a la plaza a dar la vuelta. Te llevas la resortera pa pegarle a lamocuda de Lupe!!
- Naaa yo no le pego, el otro día jue de chismosa con mi amá y ya me amenazo que en cuanto llegue mi apá me va a enseñar a respetar a las mujeres.
- Como eres gallina!!
- No soy gallina!! Pero si tengo miedo! Mejor vamos a verle los calzones a la esposa del panadero, que ya de andar dando la vuelta en la calle con las naguas hasta la rodilla.
- Eres un sinvergüenza, que note han dicho que a las mujeres casadas se les respeta?
- Oh tate en paz conmigo!! Esta bien vamos por la resortera y por Carmelo, que ya se ha tardado en venir.
Al dormir era inevitabitable no despertar con los ruidos que la noche traía consigo, casi sentía el piso moverse con las vibraciones del tren sobre las vías, los árboles moviendo sus hojas con el aire que se producía, era como si...